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Actualizado: 15 sep 2020 / 04:00 h.
  • Foto: El Correo
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Poder viajar al pasado y ser testigo de acontecimientos únicos en la Historia es algo así como ser una especie de dios que puede controlar, a su antojo, el futuro. Imagínese viajar al pasado e influir en la Historia, eso sería cambiar todo el futuro y provocar daños irreparables.

La llamada como ‘paradoja del abuelo’ refleja precisamente esa circunstancia: imagínese que viaja en el tiempo y que conoce a su abuelo, entonces lo mata. Si lo mata su existencia no puede darse pues él engendraría a su padre y su padre a usted, se habría roto una cadena que en ese mismo momento le afectaría. Es una paradoja muy discutida en ambientes científicos y académicos.

Pero... ¿Podemos viajar en el tiempo? La respuesta es Sí. Se puede viajar en el tiempo, así el ser humano está ahora viajando en el tiempo sólo que con una única dirección: el futuro.

El ser humano, sin embargo, lo que pretende es viajar en ambas direcciones, al pasado y al futuro y eso se antoja como más complicado. Igualmente el viajar en el tiempo nos habilitaría para viajar grandes distancias y eso acercaría el problema de viajar a otros presuntos mundos con la posibilidad de albergar vida extraterrestre.

¿Ha viajado el ser humano en un pasado en el tiempo? ¿Hay muestras de viajes en el tiempo o visitas de seres del futuro? Puede parecer irreal o casi una quimera pero lo cierto es que muchos expertos en temas de realismo fantástico, en temas de paleoastronáutica han afirmado que en lugares donde hay pinturas rupestres tales como Tassilli podría estar representadas esas mismas visitas de seres que, incluso, llegaron a raptar a nativas. Claro está que es la interpretación más arriesgadas de las pinturas de éste increíble lugar en el norte de África.

Se dice, cuando se observa a la inmensidad del espacio, que hay un ‘cuerpo’ que podría tener la clave para ese viaje en el tiempo, me refiero a los agujeros negros, un término que aplicó el físico alemán Karl Schwarzschild para definir el último paso en el que se convierten algunas estrellas, estrellas en cuyo interior se produce un colapso y estallan como producto de la fuerza gravitatoria cuando el proceso de fusión nuclear ha llegado a su fin y ya no hay nada más que consumir, es entonces cuando sobreviene el llamado “colapso gravitacional”, es decir: estrellas que tiene una masa y se contraen sobre ellas mismas en muy poco espacio pero alcanzando una densidad muy elevada, forman las llamadas “enanas blancas”. El “agujero negro” es un nuevo continuo espacio-tiempo del que no se fuga ni la luz aunque esté la paradoja del “horizonte de eventos”, un lugar sonde quedaría parte de la energía absorbida.

En un agujero negro la gravitación interna es tan elevada que el concepto espacio-tiempo queda en una singularidad, es una especie de anillo que tiene en su centro el poder de transportarte a otro lugar, pero esto es sólo lo que dice la teoría científica al respecto, nadie ha podido demostrarlo.

¿Se puede viajar en el tiempo?
Foto: El Correo

Así un agujero negro es una puerta, según una parte de la Ciencia afirma, que tienen una masa muy elevada, mínimo cinco veces la del Sol y de ahí a cotas infinitamente superiores, además puede haber una variante en los agujeros negros que son los llamados “agujeros negros primigenios”, que datarían de los comienzos de la formación del Universo tras el ‘Big Bang’ inicial.

Encontramos agujeros negros que tienen millones de veces la masa del Sol y que están, misteriosamente ubicados, en el centro de muchas galaxias. ¿A qué es debido? Así todo lo que cae en sus proximidades es absorbido, de forma que cuando una estrella explota puede surgir uno de estos temidos ‘objetos celestes?

El matemático austriaco Kurt Gödel creía que se podían excavar unas especies de “túneles” por el cual se podría deformar el continuo y permitir el viaje en el tiempo pero... ¿Quién se atrevería a introducirse en un agujero negro para probar que esto es cierto? Creo que pocas personas pues puede estar en lo cierto o puede llevarte a una muerte segura. Lo cierto es que cuando un agujero negro absorbe un sistema planetario, solar o similar ya no hay salida. Dicen los científicos que los agujeros negros tienen salida en los llamados “agujeros blancos” pero es dudoso y, nuevamente, indemostrable.

Sea como fuere en nuestro planeta habría lugares donde se dice que ese viaje en el tiempo se puede hacer realidad, lugares donde desaparecen las personas y las cosas y que, en opinión de Iván T. Sanderson. Habría doce lugares en la Tierra, diez de ellos entre los 30 y los 73 grados de longitud. Fue Sanderson el que planteó la posibilidad que en nuestro mundo hubiera “mini agujeros negros” donde la persona entraba y se perdía en otras dimensiones, en otros mundos.

Por poner un ejemplo gráfico cabría decir que en el Sahara los tuareg conocen un lugar al que conocen como “tierra de dunas sin retorno” donde se avisa a los extranjeros y turistas que todo el que penetra en ellas tiene el riesgo de no volver jamás, personas que han desaparecido para no dejar ni rastro y del que jamás han podido volver.

Teletransportados de forma inexplicable

Es la historia de la teletransportación de los Vidal uno de los eventos más extraños que jamás ha sucedido, habríamos de trasladarnos en el tiempo. A un 3 de junio da 1968 para revivir lo que les voy a narrar.

Viajaban el doctor Gerardo Vidal y su esposa desde la localidad argentina de Maipú, habían ido a Chascomús por temas familiares. Iban dos automóviles, ellos y otra familia que se desplazaba con el mismo motivo.

De repente dejaron de observar el automóvil de los Vidal, volvieron atrás preocupados por la tardanza. No los veían y no se cruzaban con ellos y temieron que hubieran sufrido un accidente. Recorrieron 120 kilómetros (los existentes desde el punto en el que decidieron dar la vuelta, y no vieron a los Vidal. Entonces comenzaron a consultar la lista de ingresos en hospitales temiendo lo peor.

La familia estaba muy preocupada, habían pasado 48 horas cuando en la casa del señor Rapallini, allá donde se había celebrado la reunión familiar, se recibe una llamada. La llamada telefónica provenía de México D.F. La sorpresa fue mayúscula cuando al otro lado del hilo telefónico surge la voz del señor Vidal que comunicó que tanto ella como su esposa se encontraban bien y que regresarían a Buenos Aires (Argentina) en un vuelo desde México D.F. Una duda surgió: ¿Cómo estaban los Vidal en México?¿Cómo había llegado hasta allí? EL matrimonio Vidal les pide que se acerquen a recogerlos al aeropuerto.

Al llegar el vuelo su familia ve como efectivamente descienden del avión, llevaban la misma ropa que la que vestían en la reunión familiar de días pasados. El señor Vidal estaba muy cansado y la señora Vidal excitada. Nada más llegar fueron conducidos a un hospital privado, la señora estaba aquejada de una “fuerte crisis nerviosa” según informaba una nota de prensa.

Con los nervios lógicos el doctor Vidal comienza a explicar su increíble historia:

Mientras conducía camino de Maipú su vehículo entró en una niebla muy espesa, tanto que no podía ver nada; entonces se hizo de día, una fuerte luminosidad lo sorprendió.

Cuando regresó a la carretera notó como la carretera no le era familiar, entonces, sin saber dónde estaba, detuvo su automóvil y bajó de él. Sorprendido vio como la pintura del automóvil no estaba, era como si hubiera sido eliminada de forma inexplicable.

Desorientado decidió detener al primer auto que viera y así detuvo a un motorista. Al preguntarle por donde se encontraba le dijo que en las afueras de México D.F. La pareja se puso muy nerviosa y se dirigió rápidamente al consulado de Argentina en la capital del Distrito Federal. Allí preguntaron y se quedaron sorprendidos pues habían pasado dos días desde aquel viaje aunque para ellos el tiempo seguía siendo el mismo. Tenían 48 horas de tiempo perdido que no lograban recordar lo que había pasado pues solamente habían penetrado en una luz y niebla y tras ello salido en aquella carretera desconocida.

Rápidamente de este incidente se hizo una gran historia, se legendarizó, tanto que se hizo de ello –propiamente- una leyenda urbana.

En el periódico “La Razón”, de Argentina, se publicaba: “A pesar del halo de fantasía que parece envolver la historia de los Vidal, hay ciertos detalles que no dejan de preocupar incluso a los más incrédulos: el ingreso de la esposa de Vidal en una clínica de Buenos Aires; la demostrada llegada de la pareja en un avión en vuelo directo desde México; la desaparición del coche; la intervención del Consulado; la seria actitud de la Policía de Maipú en relación con el suceso, y la llamada telefónica desde México a la familia Rapallini”.

Y es que muchas veces nuestra realidad accede a otros mundos que no llegamos comprender pero que, sin embargo, están en éste.