Un singular viaje en avión en el que nos esperan todo tipo de diversiones. Es el arranque de esta comedia, tan desvergonzada como loca. Una excelente producción que recrea el interior de un avión con todo lujo de detalles y nos brinda una interpretación arriesgada y valiente.
Conduciendo el vuelo el capitán, un dudoso conquistador que durante toda la obra oculta su figura tras la puerta de la cabina, aunque no por ello deja de estar presente. Y sirviendo a los pasajeros dos excéntricas azafatas cuyo perfil, físico y psicológico, reúne muchas de las taras, obsesiones y frustraciones típicas y tópicas del rol femenino en nuestra sociedad: dependencia emocional, complejos, maternidad frustrada, soledad...
Todas esas cuestiones se desprenden de la dramaturgia, aunque de una forma indirecta, porque a medida que la historia avanza el texto se dirige a criticar de forma explícita la corrupción política. De hecho, hacia la mitad del relato sabemos que todos nosotros formamos parte de una tripulación cargada de gobernantes y empresarios ladrones cuyo destino es Andorra, paraíso fiscal de la Península Ibérica. De ahí el título. Pero más que una denuncia profunda, la obra se define como una comedia de situación que se decanta por un lenguaje cabaretero. Los personajes perfilan una máscara, a caballo entre el humor del clown y el del absurdo que da rienda suelta a una serie de gags clásicos que remiten a las figuras de los payasos listo y tonto circenses. Aunque no podría decirse que su sentido del humor sea blanco o inocente, sino más bien desvergonzado y políticamente de lo más incorrecto. Gracias a ello consiguen sorprender y desbaratar los mecanismos de defensa del espectador.
LA FICHA
Obra: Aerolíneas Ibéricas
Lugar: La Imperdible/Teatro el Duque
Compañía: La Cia. Milagros
Dirección artística y dramaturgia: La Cia. Milagros
Dirección escénica: Selu Fernández
Voz en off: Mari Paz Sayago
Música: Lolo Conde
Interpretación: Carolina Montoya y Sonia Astacio
Calificación: 3 estrellas
