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Actualizado: 13 may 2021 / 04:00 h.
  • Hace 70 años de la visita a Sevilla de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima

Hace 70 años que la imagen peregrina de la Virgen de Fátima visitaba Sevilla, procesionando durante 18 días por casi todos los barrios de la ciudad. Para despedir a Nuestra Señora de regreso a Portugal, el cardenal Segura celebró una solemne Eucaristía en la Plaza de España a la que asistieron miles de fieles, especialmente personas enfermas y sus familiares y acompañantes. Este histórico acontecimiento fue reflejado en la portada de El Correo de Andalucía del 27 de marzo de 1951. Hoy, 13 de mayo de 2021, este periódico también quiere recordar que se cumplen 104 años de la primera aparición de la Virgen a los pastorcitos Francisco, Jacinta y Lucía en Cova da Iria (concejo luso de Ourém).

En el siglo pasado, la Virgen de Fátima vino a Sevilla dos veces. La primera vez fue en 1948, los días 10 y 11 de julio, de paso para Jerez de la Frontera para presidir un acto mariano. La segunda, de carácter extraordinario, en 1951, desde el 26 de marzo hasta el 12 de abril. Las personas más mayores es probable que recuerden las celebraciones que tuvieron lugar en la capital andaluza en el año 1951, con motivo de la visita de la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima, que recorrió parroquias, conventos, colegios, hospitales, barrios de la capital y pueblos de la Archidiócesis.

El 27 de marzo de 1951, con motivo de este histórico acontecimiento religioso, El Correo de Andalucía publicaba en portada, como noticia principal del día, la visita de la Virgen con los siguientes titulares: "Recibimiento triunfal de la Virgen de Fátima en Sevilla", "En la Catedral, llena de fieles como no se recuerda, se celebró el conmovedor acto de recibir a Nuestra Señora", "Haced, Madre amantísima, que se conozca vuestro paso por la ciudad, dijo el eminentísimo Prelado", y "En Santa Cruz, durante toda la noche pasada, fue incesante el desfile de fieles para rezar ante la Virgen, que visitará todas las parroquias de Sevilla".

A continuación el periódico incluía este texto introductorio: "En Sanlúcar la Mayor, primer pueblo de la provincia de Sevilla, se congregaron desde media tarde numerosísimas personas para esperar a la Madre de Dios. El pueblo estaba engalanado y allí se congregaron el vicario general del Arzobispado, don Tomás Castrillo Aguado, gran teólogo mariano; el secretario de Cámara, dignidad de Capellán Mayor, don Benito Muñoz; el gobernador civil, don Alfonso Ortiz, y el presidente de la Audiencia, don Antonio de Rueda, con las autoridades locales".

Tal y como reseña el gran cronista sevillano Nicolás Salas, "el día 26 de marzo la imagen de la Virgen de Fátima fue recibida por el cardenal arzobispo Pedro Segura y Sáenz, a las siete y media de la tarde en la Catedral, donde llegó en un vehículo especial desde el aeropuerto de San Pablo. Después de la bienvenida y exposición a los fieles, la imagen fue trasladada en andas hasta la iglesia parroquial de Santa Cruz, donde quedó expuesta hasta la media noche y custodiada hasta la jornada siguiente. El día 27, desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde, la imagen fue llevada a los conventos de carmelitas descalzas y dominicas, y templos parroquiales de San Nicolás y San Isidoro, donde hizo noche".

Durante los días 28 al 31 de marzo la imagen, que procesionaba siempre en andas, iba recorriendo numerosas iglesias y conventos, así como el Hospital del Pozo Santo. Desde el 1 al 11 de abril continuaron las visitas de la Virgen a templos parroquiales, conventos y hospitales como los de las Cinco Llagas, el Militar y el de San Lázaro. También estuvo presente la imagen peregrina en el Hogar de San Fernando, la Casa Cuna, Cruz Roja, Sanatorio de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Cárcel Provincial y Asilo de San Jacinto.

Nicolás Salas explica que el día 12 de abril "se inició la jornada en la iglesia del Sagrario, para continuar con la visita al Seminario de San Telmo, donde el cardenal arzobispo dirigió la Hora Santa para los seminaristas. Y terminó la estancia de la imagen de la Virgen de Fátima con el acto celebrado en la Plaza de España".

Hace 70 años de la visita a Sevilla de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima

Es precisamente la despedida de la Virgen en la Plaza de España uno de los actos más multitudinarios de fervor mariano, oficiando la Eucaristía el cardenal Segura. Según recoge Salas, "los frutos sobrenaturales fueron ubérrimos. Hay quienes todavía recuerdan la solemnísima Eucaristía celebrada en la Plaza de España por el cardenal Segura, con gran concurso de fieles entre ellos más de tres mil enfermos, llevados en carritos y camillas".

Pedro Segura y Sáenz, cardenal arzobispo de Sevilla (1937-1957), último prelado que utilizó silla gestatoria y el quitasol, pronunció la alocución pastoral el 12 de abril de 1951 En las fotografías publicadas por El Correo de Andalucía al día siguiente pueden verse camas de niños acogidos en el Hospital de San Juan de Dios y, al fondo, la imagen de la Virgen de Fátima rodeada de fieles. También todos los lugares estratégicos de la Plaza de España ocupados por la gente para ver la procesión de despedida de la Virgen de Fátima, que se celebró de torre a torre por la explanada superior interior.

Junto a este histórico acontecimiento, hoy jueves 13 de mayo, también queremos recordar que se conmemora el día de Nuestra Señora de Fátima y los 104 años de su primera aparición acaecida en 1917 en una propiedad de los padres de Lucía, llamada Cova da Iria, a dos kilómetros y medio de Fátima por el camino de Leiría, situado en el concejo portugués de Ourém. La Virgen se apareció a tres niños humildes que ayudaban en labores de pastoreo, los santos Francisco y Jacinta Martos y Sor Lucía de Jesús dos Santos, después monja carmelita en proceso de canonización. Un total de seis apariciones, los días 13 de cada mes hasta octubre, donde la Virgen les va transmitiendo el llamado “mensaje de Fátima”, acompañado de signos espectaculares y curaciones milagrosas.

Aunque hay que aclarar que el día 13 de agosto de 1917 no hubo aparición de Nuestra Señora porque el alcalde de Vila Nova de Ourém llevó a los tres pastorcitos a la prisión, donde los retuvo tres días, creyendo que estaban mintiendo. Fue el 19 de agosto cuando, una vez liberados los niños, la Virgen apareció en los Valinhos, sobre las 4 de la tarde, dejando un impresionante llamamiento: "Rezad, rezad mucho, y haced sacrificios por los pecadores, pues van muchas almas al infierno, por no tener quien se sacrifique y pida por ellas".

El núcleo de dicho mensaje es la conversión, la oración y la penitencia, junto a la invitación a rezar el Rosario y consagrar el mundo y cada uno de nosotros a su Inmaculado Corazón.

Hace 70 años de la visita a Sevilla de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima

Cuando se produjo la primera aparición Lucía, Francisco y Jacinta tenían 10, 9 y 7 años de edad respectivamente. Los tres niños vivían en Aljustrel, pequeña aldea de la parroquia de Fátima. La Virgen se les apareció al mediodía sobre una encina de algo más de un metro de altura. Francisco sólo veía a Nuestra Señora y no la oía. Jacinta la veía y oía. Lucía veía, oía y hablaba con la Virgen. Los tres videntes vieron primero dos resplandores como de relámpagos y luego a la Virgen sobre la encina que les dijo, entre otras cosas importantes: "Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra". La Hermana Lucía lo describió así: "Era una Señora toda vestida de blanco, más brillante que el sol, que difundía una luz más clara e intensa que un vaso de cristal lleno de agua cristalina atravesado por los rayos del sol más ardiente".

En opinión del investigador y periodista José María Zavala, autor del libro, El secreto mejor guardado de Fátima, las apariciones de la Virgen en un humilde lugar de Portugal no son "un acontecimiento sobrenatural en clave pretérita". Por dos razones esenciales: "Primero, porque constituyen una invitación actual, o más bien un ultimátum, de Nuestra Madre del Cielo a la conversión de todos y cada uno de sus hijos a los que ama como ninguna otra criatura en el mundo y por eso mismo desea que se salven; y en segundo lugar, porque la Señora quiere avisarles del terrible castigo que asolará a la Iglesia y a la humanidad entera si el corazón de los hombres permanece cerrado con graves ofensas y absoluta indiferencia a Jesucristo, el Salvador".

Juan Pablo II, papa declarado santo, visitó el lugar de las apariciones tres veces, en los años 1982, 1991 y 2000, siempre un 13 de mayo. Este pontífice hizo importantes pronunciamientos sobre la actualidad del Mensaje de Fátima, de los cuales uno de ellos está plasmado en la Homilía del Santuario de Nuestra Señora del Rosario de 1982: "El contenido del llamamiento de Nuestra Señora de Fátima está tan profundamente radicado en el Evangelio y en toda la Tradición, que la Iglesia se siente interpelada por ese Mensaje. [...] La invitación evangélica a la penitencia y a la conversión, expresada en las palabras de la Madre, continúa aún actual. Realmente más actual que hace sesenta y cinco años atrás. Y aún más urgente".

A nivel popular, en las iglesias y peregrinaciones a Fátima las personas devotas de esta advocación de la Virgen cantan la oración: "El trece de mayo la Virgen María bajó de los cielos a Cova da Iria. Ave, ave, ave María. Ave, ave, ave María. A tres pastorcitos la Madre de Dios descubre el misterio de su corazón. Ave... . Haced penitencia, haced oración; por los pecadores implorad oración. Ave.. . El Santo Rosario constantes rezad y las Paz del mundo el Señor dará. Ave... ."