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Actualizado: 16 abr 2021 / 21:45 h.
  • Y el genio bajó de la Gloria
    El Ballet Nacional de España recupera en ‘Centenario Antonio Ruiz Soler’./ Fotografía de Europa press.

Este año se cumplen 100 años del nacimiento de Antonio Ruiz Soler, conocido en todo el mundo con el nombre artístico que su padre acuñó para él, ‘Antonio el bailarín’, un artista genial que el Ballet Nacional de España ha querido homenajear con este espectáculo. Y como el genio nació en Sevilla, qué mejor que el Teatro Maestranza para estrenarlo, aunque eso sí, cumpliendo con las limitaciones de aforo que imponen las medidas para combatir la pandemia.

Dividida en dos partes con un breve intermedio de separación, la obra consta de nueve coreografías en total, tres son de Antonio y representan tres etapas diferenciadas de su obra, Sonantas, Zapateado y Fantasía Galáica, otra de ellas, una de las más populares, el Vito de Gracia, fue creada por Antonio y su fiel compañera, Rosario, junto a estas piezas esta obra incluye también una coreografía de Carlos Virán, Asturias, de Albéniz, una coreografía que Esther Jurado revistió de elegancia y brillantez, vestida con una elegante bata negra de cola con pedrería.

Antes de eso pudimos disfrutar de las estampas flamencas, que aunque inspiradas en el baile de Antonio, tienen el sello de Miguel Ángel Corbacho y Rubén Olmo. El primero se lució bailando los martinetes, un palo que nunca se había bailado hasta que Antonio los bailó por primera vez, en la película de Edgar Neville, ‘Duende y misterio del Flamenco’ en 1952. Aquí Corbacho los baila con el cuerpo de baile masculino de la compañía, arropados por una iluminación cálida que ejerce de contrapunto al corte solemne del baile.

Rubén Olmo, por su parte, deleitó al público con un sensacional baile por tarantos que culminó con unos tangos colmados de gracia y desplante. Y acabó de lucirse, junto a Miriam Mendoza con El Vito de Gracia, una cautivadora coreografía que remite a los musicales cinematográficos de la época dorada de Hollywood, no en vano Antonio y Rosario las bailaron en la película ‘Hollywood Canteen’.

El cuerpo de baile femenino tuvo también su momento de gloria con unos deliciosos y vertiginosos caracoles y unas sevillanas que desprendían el olor de los patios de las casas antiguas.

Antes de estas estampas flamencas, que fue sin duda lo más emotivo del espectáculo, pudimos comprobar el dominio de Antonio de la danza bolera y el ballet clásico y con las ‘Sonantas’ de Antonio Soler. Se trata de una pieza con un alto valor testimonial, aunque por desgracia no acaba de encajar del todo en el espectáculo, tal vez debido a su alto grado de exigencia técnica y sutileza que por desgracia los bailarines y bailarinas no llegaron a alcanzar, sobre todo en cuanto a la ejecución de las castañuelas. Todo lo contrario que Fran Velasco, quien derrochó dominio, expresividad y pulcritud técnica en su interpretación del Zapateado de Sarasate, con el que Antonio Ruíz Soler, inspirado en el baile de claqué, demostró que se puede hacer música con los pies.

Y para terminar y dejar el espectáculo en alto, el cuerpo de baile, liderados por la par música de Ernesto Halffter, con la que Antonio logró elevar a las muñeiras a obra de arte.

Obra: Centenario Antonio Ruiz Soler

Lugar: Teatro Maestranza

Compañía: Ballet Nacional de España

Director: Rubén Olmos

Dirección musical: Real Orquesta Sinfónica de Sevilla/Manuel Coves

Coreografía: Antonio Ruiz Soler (Sonantas y Zapateado y Fantasía Galáica) Antonio y Rosario (Vito de Gracia), Rubén Olmo (Tarantos y Caracoles), Miguel Ángel Corbacho (Martinete y Zorongo), Carlos Virán (Asturias)

Intérpretes: Esther Jurado, Francisco Velasco, Aloña Alonso, Inmaculada Salomón, Antonio Correderas, Sergio García, Eduardo Martínez,María Fernández, Débora Martínez, Miriam Mendoza, José Manuel Benítez, Albert Hernández, Carlos Sánchez y el Cuerpo de Baile del BNE

Calificación: 4 estrellas