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Actualizado: 30 may 2022 / 09:27 h.
  • El presidente del Betis, Ángel Haro. / E.P.
    El presidente del Betis, Ángel Haro. / E.P.

La temporada 2021/2022 ha sido un rotundo éxito para el Betis, que ha finalizado con un ambicioso quinto puesto en liga y con un trofeo en sus vitrinas. No hay duda de que la plantilla del presente año ha hecho historia y muchos nombres quedarán eternamente grabados en la memoria del club. Sin embargo, el júbilo que rodea las instalaciones verdiblancas ha cegado en cierta medida a sus dirigentes, que no parecen entender la progresión que necesariamente tiene que producirse en un equipo que aspira a tales objetivos.

Ganar una copa no es excusa para repartir renovaciones a diestro y siniestro. Es entendible que el club guarde un cierto cariño a los jugadores que han formado parte del triunfo -y más si llevan años en la entidad-, pero es precisamente esa mentalidad la que inevitablemente lleva al estancamiento. El Betis contará un año más con un obsoleto Guardado en la medular, con un guardameta que cumplirá 40 años y con un Camarasa que ha jugado 101 minutos a causa de las lesiones. Sobre el tema de la edad siempre existirá la excusa del famoso aporte de experiencia al equipo, y, aunque no sería justo dejar a Joaquín fuera de ésto, el eterno capitán es una evidente excepción. En lo relativo a renovar jugadores que no funcionan, es incoherente mantener a un efectivo que no sólo no rinde, sino que genera pérdidas. Desgraciadamente el fútbol puede ser cruel en las lesiones, pero el Betis no está para ser el club de la caridad.

Sobre las posibles salidas, lo que más ha sonado últimamente a gran escala ha sido la posible marcha de Guido. El aporte del argentino es único en el cuadro de Pellegrini, y muy difícilmente reemplazable a pesar de realizar una hipotética buena venta con él. Tampoco es que el club verdiblanco tenga un relevo fiable, pues, aunque Paul ha mostrado cualidades para el puesto, un jugador que va prácticamente a expulsión por partido es inviable.

En el caso de los fichajes que podría efectuar el Betis en verano, Ceballos parece mostrar interés desde hace meses. Al igual que no recomiendo ofrecer beneficios a jugadores a los que se les tiene cariño o son del Betis, mi inclinación por lo puramente deportivo hace que el que una vez fue canterano pueda ser un aporte positivo, pese a que pueda rondar la idea de que el jugador vuelve cuando el equipo ha llegado a lo más alto.

Lo que es seguro, es que el Betis tendrá un largo verano para gestionar su limitado presupuesto de la mejor manera posible. La clave para el avance reside en el análisis de los puntos a mejorar del equipo, y mantener a piezas que no aportan no es parte de ello. Si se logra superar esa barrera mental, la línea que divide a los dos grandes de la capital se hará progresivamente más corta, y el equipo podrá mantener esta tendencia al éxito.