El entrenador del Real Betis ha demostrado en numerosas ocasiones que sabe ganar a pesar de tener el viento en contra, y el partido correspondiente a la jornada 6 de LaLiga no ha sido una excepción. El Ingeniero supo sacar tres puntos de un encuentro en el que el Betis no se lució, mientras que el Girona asaltó el Villamarín con un gran juego.
Pellegrini le tiene cogida la medida a la liga. En el Málaga y en el Villarreal se le tiene un especial recuerdo. No obstante, en su última etapa, la verdiblanca, parece haberse reinventado. Capaz de optimizar al máximo sus recursos y de cubrir posiciones que tienen bajas a la perfección, el técnico del Betis ha encontrado la fórmula para ganar todos los partidos del presente curso, a excepción del correspondiente al Real Madrid. Lejos queda ya esa mala pretemporada del equipo que generaba algunas dudas, que finalmente quedó en eso, una pretemporada.
El partido del domingo, en concreto, se presentó con una gran dificultad. El Betis estuvo desacertado en prácticamente todas las jugadas ofensivas y fueron dos tantos de un hombre convocado a la Selección, como es Borja Iglesias, los que decidieron el resultado del marcador. No exento de sufrimiento hasta el final, el encuentro dejó un susto para los verdiblancos en el último minuto, con un gol anulado a Vallejo. Lo cierto es que Pellegrini supo hacer las rotaciones adecuadas -urgía la de Montoya, cuya titularidad en el partido era digna de cuestionamiento- para que un poco de fortuna recompensara el trabajo técnico del equipo.
El éxito a corto plazo del proyecto del entrenador chileno hace que el Betis encare el parón de selecciones de la mejor manera posible. Tercero, y por consiguiente, en Champions, el club heliopolitano solo se tendrá que preocupar de posibles lesiones que pueda generar este periodo que finalizará a principios de octubre. Los deberes están hechos y el equipo tiene la posibilidad de soñar con aquel gran objetivo europeo que se le escapó de las manos la temporada anterior.