Después del cierto desahogo y las buenas sensaciones adquiridas en las últimas dos jornadas, el Sevilla regresó a las andadas con una derrota dolorosa, un contratiempo impensable, a última hora, en Girona de donde se marchó sin puntos para sentir otra vez la cercanía del descenso.
En medio del colorido y la intensidad competitiva que proporcionó el Reale Arena en el derbi vasco, inclinado con autoridad hacia el lado local (3-1), el primer tramo de la decimoséptima fecha, incompleta por la disputa en Arabia de la Supercopa, plasmó el resurgir del Rayo Vallecano, victorioso en Valladolid (0-1) y del Osasuna que cortó el buen momento del Mallorca (1-0). Conclusiones que se unieron a la de Balaídos el viernes, donde el Celta obtuvo un escaso premio ante el Villarreal (1-1).
Pero además de la brillantez con la que transita la Real Sociedad, reforzada por su éxito ante su vecino y un excepcional acomodo en la tabla, es tercero solo por detrás del Barcelona y el Real Madrid, es significativa la incapacidad sevillista para escapar de los fondos de la clasificación.
De nuevo derrota y de nuevo la amenaza de la pérdida de la categoría. Marca la frontera el conjunto de Jorge Sampaoli que puede regresar a uno de los tres últimos puestos en cuanto el Cádiz puntúe contra el Elche o el Espanyol gane en el Coliseum al Getafe.
El empate ante el Celta seguido del triunfo ante el Getafe en las dos últimas fechas dieron aire al Sevilla. Pero su realidad es que la victoria frente al conjunto madrileño de Quique Sánchez Flores fue el único en sus últimos ocho partidos. Habitual en las competiciones europeas, campeón continental no hace mucho, el conjunto hispalense se maneja ahora en situaciones no acostumbradas.
En Girona, salió malparado. El equipo local derrotó al cuadro andaluz (2-1) en Montilivi castigado por los goles del uruguayo Cristhian Stuani y el venezolano Yangel Herrera que remontaron el tanto inicial de Tanguy Nianzou. Mérito del conjunto de Michel que encadena la séptima jornada sin derrota, su récord en Primera.
El Girona, superior, ratificó su notable e ilusionante dinámica con una victoria de prestigio que le sirve para alejarse del descenso antes de acabar la primera vuelta contra el Villarreal y el Barcelona, mientras que el Sevilla, gris y defensivo, volvió a caer y podría despedir esta decimoséptima jornada en puestos de descenso.
No fue esa la lectura que extrajo Sampaoli: «El equipo fue superior en la mayoría de los tramos, excepto algunos tramos del inicio del primer tiempo. Tuvo muchas situaciones para poderlo haber ganado y se termina perdiendo, pero imaginar que la situación final es la circunstancia colectiva me parece injusto».
San Sebastián disfrutó de un derbi en estado puro entre dos equipos al alza medidos entre el colorido de una grada apasionada y de futbolistas enormemente motivados que apuntalaron el espectáculo. Del cara a cara y el intercambio de golpes salió victorioso la Real, la que más puntería tuvo y la que contó con la inspiración de Take Kubo. El nipón, que ha encontrado su sitio ideal en San Sebastián, llevó a maltraer al Athletic que terminó con diez jugadores por la expulsión de Yeray Álvarez a la hora de partido por un penalti que supuso la sentencia para el conjunto de Imanol.
La Real ya desniveló el partido poco antes del descanso con los tantos del noruego Alexander Sorloth y de Kubo después. El gol posterior de Oihan Sancet para el Athletic, al filo del intermedio, reanimó el encuentro y aventuró una segunda mitad plagada de alicientes.
Pero la expulsión de Yeray por un penalti sobre el japonés apagó el duelo. Mikel Oyarzábal firmó la sentencia ante un rival debilitado.
Con cuatro triunfos seguidos se asienta como tercero la Real, a solo tres puntos del Real Madrid y a seis del Barcelona mientras deja fuera de Europa al cuadro de Ernesto Valverde que ya acumula tres encuentros sin ganar.
El Rayo Vallecano salió reforzado de su visita al Nuevo Zorrilla de donde se marchó con tres puntos y síntomas de una mejoría que le había abandonado en las últimas semanas. Llevaba tres encuentros sin ganar el equipo de Andoni Iraola que aprovechó el bache pucelano para reactivar su marcha en la clasificación.
Le bastó con un gol de Isi Palazón, que había fallado un penalti minutos antes, para firmar el triunfo, dejar atrás los tropiezos frente el Betis, el Girona y el Celta, ante los que solo sumó dos de nueve puntos en juego.
El cuadro madrileño transita con calma en la recta final de la primera vuelta, lejos del descenso al que se aproxima el Valladolid que sufrió su cuarta derrota seguida presa de su perpetuo desatino ante la puerta rival. Solo dos puntos de colchón tiene el equipo de Pacheta. «»Es duro sumar cuatro derrotas consecutivas, pero estos momentos duros siempre llegan, y hay que afrontarlos juntos para superarlos».
No solo el Rayo disfrutó de un reencuentro con el triunfo. También el Osasuna que ganó en El Sadar al Mallorca. Fueron tres puntos vitales para el cuadro navarro que rentabilizó el tanto de Aimar Oroz que devolvió la sonrisa a la parroquia rojilla tras dos meses sin jugar ante su público para asentarse en los puestos altos de la tabla.
El fútbol regresó al Sadar dos meses después del varapalo contra el Barcelona con la ilusión local de reencontrase con su mejor juego tras la derrota en San Sebastián y el empate en San Mamés con el que el equipo recuperó sensaciones para acabar sumando un valioso punto. A eso le siguió su octava victoria de la temporada y situarse en la frontera de Europa donde ya está asentado el Villarreal que el viernes se salvó de la derrota en Vigo, frente un Celta superior que obtuvo un escaso botín para los méritos realizados.
