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Actualizado: 22 abr 2018 / 11:31 h.
  • José Luis Puntas, con una pieza en sus manos en las instalaciones de Láser Guadalquivir. / Jesús Barrera
    José Luis Puntas, con una pieza en sus manos en las instalaciones de Láser Guadalquivir. / Jesús Barrera

¿Cómo y cuándo nació Láser Guadalquivir?

—Iniciamos la actividad en 2002. Pertenecemos a un grupo, Láser Ebro, y la idea nació en Navarra por un amigo y empresario, Pablo Ezquerra. Hubo una afinidad y empatía sobre las posibilidades de crear algo juntos, buscamos la financiación y en 2002 nos implantamos en Sevilla.

¿A qué se dedica su empresa?

—Sobre todo al corte de chapa metálica por láser y mecanizados de chapa para terceros. No tenemos un producto que fabriquemos como tal, sino que lo que hacemos es fabricar piezas para otras empresas. Otros trabajos que hacemos relacionados con el corte son plegados, roscados, soldaduras, tratamientos superficiales de las piezas metálicas, etcétera.

—¿Cuántas piezas pueden hacer al año?

—Tenemos ahora mismo en nuestro sistema informático 260.000 piezas. Al año pueden ser 30.000 piezas. Tenemos capacidad de fabricar desde la primera que hicimos porque tenemos registros de cada una de las piezas en formato digital.

¿Qué es lo más raro que han hecho?

—Raro hacemos muchas cosas, porque a veces fabricamos piezas que no sabemos ni para qué son por la privacidad del cliente. Quizás lo más llamativo sean rótulos en chapa recortados, esculturas, sobre todo de mobiliario urbano. y trabajamos mucho para fabricantes de maquinaria y bienes de equipo, para la industria auxiliar del automóvil, para fabricantes de equipos de aires acondicionado, talleres metálicos, caldererías y para mucha industria de mantenimiento.

¿Cuáles son sus principales clientes?

—Fabricantes de equipos de aire acondicionado como Hispacold, de maquinaria de envasado como And & Or... tenemos unos 2.500 clientes activos. Son muchas piezas pequeñas, la mayoría. Y eso requiere un proceso de gestión de calidad para que no se pierda ninguna pieza.

¿Trabajan sólo en Sevilla?

—Nuestro mercado es muy local porque tiene un importante costo el transporte respecto al valor de la pieza. Nuestro mercado es andaluz, si bien está más focalizado en Sevilla y su provincia.

¿Cómo ha evolucionado su facturación?

—Pasamos la crisis. Nuestro pico máximo lo registramos en 2007-2008 con 4,5 millones de euros y este año tenemos previsto facturar sobre tres millones de euros. Estamos levantando el vuelo otra vez. Toco madera.

¿Cuántos empleados tiene?

—Actualmente, 22, todos técnicos cualificados.

¿Hay algún sector en el que se quiera introducir?

—Trabajamos para muchos sectores y no echamos ninguno en falta, si bien nos hemos propuesto actualizar la maquinaria de la que disponemos. Haremos una inversión de un millón de euros este año para comprar una nueva máquina de corte. La tecnología avanza bastante, si bien en nuestros orígenes avanzaba aún más. Es una importante inversión, pero creemos que para afrontar con garantías el futuro y salir de la crisis tenemos que hacerla, sin modernizarnos nos podríamos quedar fuera del mercado.

¿Hay mucha competencia?

—Cuando arrancamos no había ninguna y eso nos permitió crecer rápidamente. Ahora sí hay, creció la oferta y también la demanda.

¿El sector se recupera?

—Sí, pero fluctúa. No hay una recuperación constante.

¿Qué le falta a la industria sevillana?

—Una política de industrialización importante. Un planteamiento a cinco o diez años, no a corto plazo, y acometerlo con las infraestructuras y los recursos necesarios. Es un motor de desarrollo, de creación de empleo y riqueza.

—¿En qué se diferencia Láser Guadalquivir del resto?

—Ponemos en manos del fabricante una tecnología que sería cara de implementar por ellos mismos en sus empresas. Al repartirlo por todo el tejido productivo permite ofrecer unos costos del producto terminado muy competitivo. Ofrecemos un servicio de materiales y la empresa no tiene que hacer una inversión grande en maquinaria para poder cortar. Nosotros la ponemos a su servicio. Y tenemos los procesos de investigación, desarrollo e innovación muy arraigados. Nunca estamos satisfechos con los procedimientos, con la tecnología y con nuestra gestión, siempre nos planteamos cómo es posible mejorar. También nos diferencia que damos un servicio lo más rápido posible.

¿Con qué materiales trabajan y de dónde proceden?

—Cortamos acero inoxidable, normal al carbono y aluminio. En el 98 por ciento de los casos, nosotros ponemos el material. Procede de almacenes locales. El tejido industrial ha caído bastante en Sevilla en los últimos años por la crisis. Había empresas de referencia que han caído y eso se llevó a muchas pequeñas por delante.