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Actualizado: 29 jul 2018 / 11:05 h.
  • Eduardo Jiménez Romero, hijo del fundador, Javier, Jesús y Eduardo Jiménez Burgos. / F.J.D
    Eduardo Jiménez Romero, hijo del fundador, Javier, Jesús y Eduardo Jiménez Burgos. / F.J.D

—¿Qué produce TEJWheels?

—La empresa fabrica llantas, discos y ruedas para maquinaria agrícola e industrial. Un 86 por ciento de la producción son ruedas para vehículos y maquinaria agrícola y un 5 por ciento para maquinaria industrial y camiones. Somos la única empresa en la Península ibérica fabricante de llantas y ruedas.

—¿Cuándo se crea?

—Es una empresa familiar que hoy día gestiona la tercera generación. En 1937, Eduardo Jiménez Álvarez establece una herrería de 80 metros cuadrados, 50 de taller y 30 de vivienda. La primera ampliación fue en 1971 con su hijo Eduardo Jiménez Romero. En 1994 se empiezan a fabricar ruedas para charrés y reparar ruedas de tractor. En 2004 se traslada a la actual ubicación. Los nietos del fundador, Eduardo, Javier y Jesús Jiménez Burgos, estamos al frente actualmente.

—¿Qué evolución ha seguido?

—Un salto importante fue la compra de maquinaria de la fábrica Bridgestone de Bilbao por su cierre. Nos ayudó a fabricar ruedas de forma más profesional. La empresa continuó creciendo y en 2007 comenzamos la internacionalización, participando en ferias y poniendo a la rueda TEJWheels en el mercado.

—¿Qué dimensiones tiene la empresa?

—Tenemos 19.000 metros cuadrados, ampliables a 5.000 más, que estarán disponibles a finales de 2019, y 125 empleados actualmente en plantilla.

—¿Dónde venden sus productos?

—Tenemos la fábrica y la sede central en Cantillana, puntos de venta propios en Marruecos y Buenos Aires, y acuerdos con servicios de neumáticos y concesionarios en toda la Península que trabajan siempre con nosotros.

—¿Quiénes son sus clientes?

—Tenemos tres tipos. El primero es el mercado nacional y portugués, para servicios de neumáticos y concesionarios de tractores. El segundo son ensambladores en todo el mundo. Con ellos empezamos las exportaciones en 2007, piden ruedas completas o llantas y discos por separado para hacer su propio ensamblaje. El tercer cliente son los denominados primeros equipos, entre ellos el más importante que tenemos actualmente es la marca Kubota.

—¿Qué producción y facturación tuvieron en 2017?

—Se produjeron 70.000 ruedas, con una facturación cercana a los 12 millones de euros.

—¿Qué presencia tienen en el sector?

—En Europa hay cuatro o cinco fabricantes y somos uno de los principales por calidad, servicios, flexibilidad y controles a nuestros productos. En España y Portugal ocupamos el 90 por ciento del mercado desde hace unos 15 años. Igualmente, participamos en ferias internacionales para estar presentes permanentemente, como en las de Hannover (Alemania), Bolonia (Italia) o la más grande a nivel nacional que es en Zaragoza.

—¿Qué les distingue?

—La calidad y la adaptación al cliente. Somos los más flexibles del mercado, contando con un stock muy amplio durante los doce meses del año, lo que nos permite reducir plazos.

—¿Qué supuso para ustedes la crisis?

—Afectó de manera negativa al principio en el mercado nacional, pero nos dio la fuerza para buscar la alternativa a la situación que teníamos en España. La crisis nos obligó a salir al mercado internacional.

—¿A qué países exportan?

—La exportación hoy día es la base fundamental para la empresa, exportamos a más de 46 países de todo el mundo: norte de África, Sudamérica, toda Europa, Rusia, Mongolia, Australia, Oceanía, Japón, Arabia Saudí, Irán...

— ¿Qué planes de futuro tiene la empresa?

—Se están haciendo inversiones para entrar en nuevos mercados de primeros equipos con las principales marcas de tractores. Estamos en contacto con empresas como John Deere, New Holland, Landini, nos exigen ciertas cuestiones en la producción y estamos adaptando la fábrica para ello. Invertimos en una línea de cataforesis, que es un sistema de pintado por inmersión; una prensa de 4.000 toneladas única en España; un sistema de verificación especial para nuestros productos, que nos ofrece informes acerca de la calidad y el rendimiento; un láser de alta definición para el corte; programas de diseño en 3D, maquinaria y nuevas oficinas. Entre 2018 y 2019 realizaremos una inversión de unos tres millones de euros. Del mismo modo, estamos optimizando la línea de producción y usando energías renovables para reducir emisiones, somos una empresa que piensa en verde.

—¿Apuestan por la innovación?

—Tiene un papel muy importante. Intentamos usar materiales pioneros, del menor espesor posible, la máxima resistencia y flexibilidad. Son cuestiones importantes en nuestro sector, el objetivo es reducir al máximo el peso y hacerlas más resistentes.

—¿Qué objetivos se marcan?

—Muy básicos: crecer en facturación, abrir nuevos puntos de venta directos por el mundo y buscar nuevos mercados, eso conllevará contratar más personal y crear empleos en nuestro pueblo. Queremos seguir unidos a nuestras raíces, apostar por el crecimiento siempre en nuestro pueblo y seguir dando trabajo tanto de forma directa como indirecta en toda la comarca.