Grupo Trevenque es una empresa granadina del sector TIC con 30 años de trayectoria. Tres décadas en las que ha experimentado una notable evolución, marcada por una innovación constante y la persecución de un único objetivo: acercar a las empresas la tecnología que realmente necesitan. Con motivo del 30º Aniversario de la compañía, entrevistamos a su Director General, José Fernando López, para conocer los factores que les han llevado a convertirse en uno de los principales proveedores tecnológicos de Andalucía.
Desde su experiencia como Director General de Grupo Trevenque, ¿podría destacarnos tres valores principales que definan fielmente a la compañía?
Honestidad, confianza y compromiso son los valores clave para una empresa como la nuestra, que quiere seguir creciendo en el mercado y establecer una relación a largo plazo con sus clientes y empleados.
Grupo Trevenque acumula 30 años de trayectoria en el sector TIC, ¿cuáles han sido las claves para mantener un servicio de calidad?
En primer lugar, realizar una escucha activa en las relaciones con nuestros clientes para detectar y reaccionar lo antes posible ante sus posibles necesidades.
Por otro lado, siempre hemos mantenido una actitud transparente respecto a sus peticiones, ofreciéndoles solo aquello que consideramos que puede mejorar su negocio. Incluso en aquellos casos en que nuestra oferta no se adapta a sus necesidades, les recomendamos otros proveedores. Esta honestidad, lejos de resultar contraproducente para nosotros, nos ha beneficiado: genera confianza.
Finalmente, inculcamos a todos los profesionales de la compañía este modo de operar, alineando las pautas de actuación.
¿De qué forma ha evolucionado la compañía hasta alcanzar la actividad y el volumen de negocio actual?
Grupo Trevenque ha construido su oferta de productos y servicios en base a las necesidades de sus clientes y, una vez que éstos podían cubrir a un segmento más amplio, hemos ido reforzándolos mediante la creación de áreas específicas.
Actualmente, tenemos tres grandes líneas de negocio: la tecnología editorial, donde cubrimos el núcleo informático para la gestión de editoriales, distribuidoras y librerías; el área sociosanitaria, con la que ayudamos a empresas y administraciones públicas a gestionar y optimizar las problemáticas asociadas a la prestación del servicio de ayuda a domicilio; y, por último, la unidad de Soluciones TIC. Con ella proporcionamos soluciones de infraestructura en la nube desde nuestro centro de datos propio, Cloud Center Andalucía, junto a diversos servicios complementarios: diseño y desarrollo web, comercio electrónico, sistemas de gestión ERP, herramientas de Business Intelligence...
En definitiva, hemos logrado configurar una oferta integral 360º capaz de satisfacer cualquier necesidad tecnológica.
¿De qué manera atienden las necesidades de las empresas en sus procesos de digitalización?
Nuestras soluciones no solo facilitan sistemas para trasladar los procesos empresariales al ámbito digital, también ayudan a mejorarlos. Podemos afirmar que hemos conseguido optimizar las tareas de gestión cotidianas de cientos de compañías.
Además, la transversalidad de nuestros servicios permite la automatización de muchos procesos, por lo que también mejoramos su productividad y eficiencia. Todo esto sin descuidar la seguridad, una dimensión crítica en la actualidad, ofreciendo soluciones que garantizan la continuidad de negocio, la disponibilidad de los datos y su confidencialidad.
¿Considera que la adaptación e innovación constantes son un aspecto fundamental en un sector como éste?
La innovación siempre ha sido algo inherente al sector TIC. Esto no significa que haya que cambiar constantemente de tecnología. Pero sí es necesario incorporar las herramientas diseñadas para solucionar problemas o necesidades concretas.
La sociedad es cada día más digital, por lo que este proceso se está acelerando, incrementando su complejidad. Actualmente es muy difícil ofrecer soluciones solventes sin disponer de perfiles especializados en varios campos. Por ejemplo, en el desarrollo de aplicaciones no basta con tener buenos programadores, también se necesitan expertos en ciberseguridad que eviten vulnerabilidades y agujeros de seguridad. Las empresas del ámbito tecnológico están obligadas a actualizar constantemente los conocimientos de los técnicos y fomentar la especialización en áreas que se complementen entre sí, para garantizar soluciones sólidas y coherentes a las demandas del mercado.
¿Cuáles cree que son los principales desafíos a corto y medio plazo que deben afrontar las empresas desde una perspectiva tecnológica?
La digitalización supone un cambio profundo para todas las compañías. No consiste en pasar a digital lo que hacemos hoy en día, sino en modificar por completo la cultura y procesos en torno a la tecnología disponible.
Este es un proceso muy complejo, que implica que las personas cambien su forma de trabajar, con la dificultad que eso supone. Además, esta transformación nunca concluye, pero es necesaria para seguir siendo competitivo.
Hoy afrontamos nuevos y numerosos retos: la irrupción de la inteligencia artificial, el análisis de datos, la ciberseguridad... Y todos suponen oportunidades. Por ejemplo, muchas empresas invierten mucho tiempo en pequeños procesos que no aportan valor, pero que son necesarios. Con la IA pueden automatizarse, mejorando la eficiencia.
Por otro lado, debemos tener presente que las organizaciones generan multitud de datos, pero los utilizan poco. Si sacamos partido de la tecnología, combinando toda la información y analizándola correctamente, tendremos un poderoso recurso para una mejor toma de decisiones. Y en tiempo real, algo que resultaba impensable hace algunos años.
Finalmente, nos encontramos con la “cara B” de la transformación digital: la ciberdelincuencia. Cualquier empresa, grande o pequeña, es susceptible de ser atacada. Y los costes asociados a un posible robo de datos, bloqueo de operaciones o fraude digital, superan con creces la inversión a realizar para proteger la información corporativa crítica. De ahí que contar con proveedores que ofrezcan una infraestructura adecuada para custodiarla, junto a técnicos capacitados para desarrollar una labor preventiva, sea una necesidad que ninguna organización debería obviar. Al mismo tiempo, es importante formar y concienciar a todos los trabajadores en ciberseguridad. No hacerlo puede resultar muy caro.