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Actualizado: 13 may 2018 / 15:59 h.
  • El fundador de Tranluz, Manuel Ramos, en las instalaciones de su empresa en el polígono Calonge. / Manuel Gómez
    El fundador de Tranluz, Manuel Ramos, en las instalaciones de su empresa en el polígono Calonge. / Manuel Gómez

—¿Cuándo y cómo nació Tranluz?

—Es una empresa familiar que empezó como persona física en 1986 y se consolidó como sociedad limitada en 1990. Llevamos 32 años en activo y tres crisis vividas. Yo la fundé. Venía del sector eléctrico y mi experiencia me valió para resolver problemas de suministros que tenían compañías instaladoras. Y la segunda generación ya está incorporada a la empresa. Mi hijo, Juan Antonio Ramos, es el responsable del departamento de Compras y está muy bien preparado.

—¿En qué consiste el negocio de Tranluz?

—Sólo hay una empresa como la nuestra en toda España. Somos especialistas en suministro de maquinaria y herramientas para el sector eléctrico. Nuestros principales clientes son instaladores y compañías eléctricas como REE, Endesa, Elecnor, Iberdrola, etcétera. Y nuestro principal partner es la italiana Tesmec.

—¿Cuántas personas forman su plantilla?

—Actualmente tenemos en plantilla a 28 personas en España y diez en Polonia.

—¿Desde cuándo están en Polonia?

—Desde hace diez años.

—¿Por qué Polonia?

—Aprovechamos que se esperaba una gran inversión de la UE en este país con motivo del europeo de fútbol. Se invirtió mucho en infraestructuras: carreteras, estadios...

—¿Cuánto facturan?

—En 2017 facturamos casi siete millones de euros y la previsión para 2018 es de crecer un 20 por ciento aproximadamente apoyado sobre todo en la exportación. En 2017 el crecimiento fue del 30 por ciento.

—¿Cuánto representan las ventas en Polonia?

—Polonia supone para nosotros un 30 por ciento de las ventas y un 8 o 10 por ciento las ventas en otros países de Sudamérica y países árabes.

—¿Tiene previsto llegar a más países?

—Sí. Queremos seguir expandiéndonos por los países del Este. De hecho tenemos oficinas comerciales en Ucrania, pero nuestro objetivo es Rumanía. Es el siguiente país en el que queremos entrar.

—¿Se marcó plazos?

—En unos dos años como máximo queremos estar instalados allí.

—¿Nota recuperación en el sector o la falta de inversiones públicas aún pesa?

—Estamos sujetos a grandes proyectos. Nuestro gran año fue 2009, cuando facturamos 13 millones de euros, porque cuando el proyecto se pone en marcha pasan dos o más años desde que se aprobó. Y nos está haciendo perder facturación el problema de Cataluña. Tenemos grandes proyectos que con el problema independentista están paralizados. Y Cataluña tira mucho de nosotros.

—¿Le afecta mucho el problema catalán?

—Sí. Hay empresas que iban a construir hoteles que ya no lo levantan y este sector implica no sólo edificar sino también infraestructuras eléctricas potentes. Y los que habían empezado a construir han parado y han devuelto hasta los materiales. Lo dejaron parado.

—Pero las grandes eléctricas, ¿se han reactivado ya o aún no?

—Ahora mismo las grandes empresas sólo hacen reparaciones y mantenimiento de las líneas existentes. Se está recuperando la actividad un poco, pero lo mínimo.

—¿Cómo sortearon la crisis?

—La crisis la hemos sentido como todo el mundo, pero hicimos los ajustes correspondientes para poder hacerle frente. Lo más importante es que hemos seguido la práctica del camaleón. Nos hemos ajustado a lo que había en el mercado. Nos hemos adaptado. Y de esta adaptación nació una línea importante de nuestro negocio que es toda la reparación y modernización de las máquinas que se vendieron en años anteriores. Esta línea de actualización de las máquinas antiguas representa aproximadamente un 15 por ciento de la facturación.

—¿Alquilan maquinaria?

—Sí, tenemos también alquiler de maquinaria y una nueva línea digital. A través de una app ofrecemos un servicio de trazabilidad y control exhaustivo de los equipos que usan los clientes. Se basa tanto en web como en una app. Facilita la labor de los jefes de prevención de seguridad laboral porque les indica, por ejemplo, cuándo les toca pasar las revisiones.

—Hay que evolucionar para sobrevivir durante 32 años, pero ¿qué otro secreto hay para mantenerse? ¿La especialización?

—Evidentemente. Nosotros tenemos un valor añadido muy importante que es el apoyo al cliente en cuando a modernizaciones y modificaciones de las máquinas. En España no hay más empresas como la nuestra por la gran especialización. Sólo tratamos el sector eléctrico y, además, la otra no es especialista, por ejemplo, en tendidos eléctricos subterráneos y aéreos.