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Actualizado: 21 jul 2022 / 12:12 h.
  • España, a la espera de su gran momento

No pudo ser en Inglaterra. España, a días del comienzo de la Eurocopa, era la favorita al título. No por un gran margen, pero sí con la estrella que le entregaba tener en sus filas a la mejor jugadora del mundo y a un grupo que tiene interiorizado un estilo de juego único. La rotura de Alexia Putellas, junto a la baja ya conocida de Jennifer Hermoso, lastró al equipo, que aun así compitió con orgullo y demostró ante Inglaterra que no estaban tan lejos de su mejor versión como se podía pensar.

Porque la fase de grupos dejó muchas dudas; dos errores tempraneros ante Finlandia y Alemania, falta de profundidad ante las germanas y muchos huecos atrás ante las danesas, que rozaron confirmar la debacle española, provocó que España llegara ante Inglaterra como cordero al matadero. No era fácil confiar en una España sin gol y a la que Jorge Vilda no sabía cómo sacar su jugo.

El técnico español sufría para sustituir a Alexia en el medio. Ante Finlandia utilizó a Irene Guerrero, contra Alemania recurrió a un centro del campo de cinco jugadoras, ante Dinamarca retrasó a Mariona Caldentey y en el duelo de Inglaterra metió a una Teresa Abelleira que no había disputado ni un minuto en la Euro y que, con España, en 2022, apenas había jugado 17 minutos. Cuatro centros del campo diferentes en cuatro partidos.

Las dudas de Vilda también se trasladaron al ataque, con cuatro formaciones diferentes en los cuatro partidos jugados. Ante Finlandia, Esther González en punta, escoltada por Lucía García y Mariona. Contra Alemania, Lucía en punta y cinco medios atrás. Contra Dinamarca, Lucía como nueve y en las bandas Sheila García y Athenea del Castillo. En la eliminación contra Inglaterra, vuelta a Esther y en bandas Mariona y Marta Cardona.

Distintas fórmulas para paliar la falta de gol, pero muchas dudas. Sobre todo cuando muchos ataques de España, especialmente en el duelo vital contra Dinamarca, pasaron por centros al área, un escenario en el que tenía más sentido el remate de Esther, que la rapidez de Lucía.

Sí estuvo hábil Vilda para cambiar los encuentros desde el banquillo y contra Dinamarca Olga Carmona y Marta Cardona, ambas suplentes, fabricaron el gol de la victoria, mientras que contra Alemania fue Athenea, salida en el descanso, la que desequilibró la banda de Daly y generó tanto el gol como las mejores ocasiones.

También supo el técnico secar a Beth Mead, la máxima artillera de la Euro con cinco tantos, cambiando la línea defensiva por primera vez en el torneo. Dejó en el banquillo a Leila, indiscutible toda la fase de grupos, para meter a Olga Carmona. Mead, cambiada en el minuto 58, hizo su actuación más gris.

Pese a que hay muchos aspectos que mejorar, sobre todo a la hora de crear peligro ante la ausencia de Alexia, a la que España debe acostumbrarse, ya que estará un año fuera. España se fue de la Eurocopa porque el centro al área que bajó Russo y empaló Toone en el 1-1 no fue despejado como los infructuosos intentos españoles desde el 2-1 de Georgia Stanway.

Fue esa jugada la que desniveló el destino de España en la Eurocopa y la que terminó con la aventura. «Es un sabor amargo, pero nos vamos con la cabeza alta», dijo Vilda, al que la actuación ante Inglaterra, en la que por fútbol se mereció el pase a semifinales, da crédito para seguir al frente.

Ahora solo queda que todo se alinee para que España pueda acceder a unas semifinales por segunda vez en su historia, después del cuarto lugar en la Eurocopa de 1997. Desde entonces, la Roja, entre Mundiales y Euros, ha perdido tres veces en cuartos, una en octavos y una en fase de grupos. Alguna vez llegará el momento.

Ya tiene el horizonte el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023, para el que ya ha sellado el billete de forma anticipada, tras lograr un pleno de seis victorias, con 45 goles a favor y ninguno en contra.