El Patronato del Alcázar de Sevilla, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987 y buque insignia del turismo hispalense, ha tomado conocimiento este lunes del nombramiento de Román Fernández Baca Casares como nuevo alcaide del monumento, cubriendo el cargo vacante desde la muerte del exalcalde hispalense Manuel del Valle el pasado 26 de marzo, al poco de comenzar el primer estado de alarma frente a la pandemia de coronavirus Covid-19.
Román Fernández Baca ha sido hasta el pasado mes de septiembre director General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte y ha sido durante 28 años director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, centro en cuya fundación participó en 1990. Previamente, fue jefe del Servicio de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Consejería del ramo.
Nacido en Málaga, es doctor arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, ha sido profesor de Historia de la Arquitectura Contemporánea en la Escuela técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y consultor del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco. Ha sido además, entre otras funciones, miembro del Consejo nacional de Docodomo Ibéico y coordinador europeo de Ciencia y Tecnología para el programa de cooperación científica en patrimonio en el espacio ALCUE (UE, América Latina y Caribe).
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha anunciado que la plaza que deja libre Román Fernández Baca como patrono del Alcázar será ocupada por María Llanos, presidenta de Patrimonio Nacional. Esto permitirá reforzar los convenios y programas de colaboración entre el Alcázar y Patrimonio del Estado.