El Plan España 2050, presentado este jueves por Pedro Sánchez, recoge la recomendación de prohibir los vuelos en aquellos trayectos que se puedan realizar en tren en menos de dos horas y media.
El documento, que maneja 2050 como horizonte temporal, también plantea introducir una tasa de viajero frecuente o el establecimiento de impuestos sobre los billetes de avión según la cercanía del destino.
A día de hoy, prohibir el avión en trayectos de menos de dos horas y media no afectaría al puente aéreo entre Madrid y Barcelona, ya que este viaje se puede realizar en Alta Velocidad (AVE) pero tarda dos horas y media o más (dependiendo del billete elegido).
Tampoco a los trayectos entre las ciudades de Madrid y Málaga o Madrid y Sevilla, pero sí lo haría a los viajes que se desarrollen entre Madrid y Valencia, ya que este trayecto en la actualidad se puede realizar en menos de dos horas en AVE.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha mostrado en un comunicado su rechazo a ambas ideas. En su opinión, una tasa desalentaría al pasajero a volar y "tendrá un impacto devastador sobre el turismo, principal motor de crecimiento del país y, por tanto, de la economía y el empleo".
En cuanto a la supresión de vuelos de menos de dos horas y media, ALA dice que los desplazará en conexión a aeropuertos de terceros países y que una medida así sólo conseguiría una "reducción marginal" de las emisiones de CO2.
Recientemente, el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, dijo en una jornada sobre clima en el sector aeronáutico que los vuelos en distancias de menos de 500 kilómetros sólo causan el 4 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la aviación comercial.
Gándara salía así al paso de los movimientos en favor de la prohibición de vuelos en distancias inferiores a 500 kilómetros, abanderados, entre otros, por el Gobierno de Francia.