En el paraje conocido como “Veguetas de las Revueltas”, en Pedrera a más de 100 kilómetros de la capital andaluza, y en dos ocasiones a lo largo del día las jóvenes fueron testigos del sobrenatural y magno acontecimiento... Al contar su historia en el pueblo el lugar se tornó rápidamente en centro de peregrinación de toda la comarca, de fieles, de creyentes y de vividores...
Le cuento algo a modo de crónica de unos hechos: Carmen L., decidió un buen día y aprovechando la aparición pues que la Virgen debía parecerse en esta localidad nuevamente y a su persona y difundió la noticia entre los lugareños que la Virgen María había elegido su coqueto pueblo para anunciarles un importante mensaje. La vidente decía ver a la Virgen y sufrir los estigmas en los mismos lugares que los sufrió Jesucristo en el Calvario. Entre este halo de misterio y emoción se empezó a correr la voz de la aparición de la Virgen en el lugar ante la vidente Carmen L... y la Sevilla devota y mariana acudió a ser testigo del milagro...
No pasó demasiado tiempo cuando ya tenía con el alma en vilo a toda la comarca esperando con ansiedad la fecha y hora del mensaje. Por supuesto que la intermediaria entre la Virgen y los fieles creyentes se frotaba las manos con el circo que estaba montando. El tiempo comenzó a pasar y la impaciencia de las buenas gentes se empezaba a crispar. Se estaba creando el ambiente óptimo para dar pasó a la aparición y mensaje, y después...
Al fin se anunció la fecha del mensaje, ese día y en el lugar especificado (un paraje de poca importancia con algunos árboles cercanos) apareció la vidente con unos pocos de cercanos amigos ya fieles creyentes de la Virgen de Pedrera, más que fieles eran convencidos fieles de la aparición...Una vez allí la vidente se arrodilló y comenzó a rezar un larguísimo rosario que sería el preámbulo del mensaje celestial...Tras unos instantes y tras un amago de desfallecimiento comenzó a hablar: "Hijitos míos, estáis aquí reunidos para adorar a la Virgen María, estoy contenta de que estéis aquí ante mí, el mundo ha perdido la fe y juntos la recobraremos..." decía la “Virgen” entre largas pausas y hondos suspiros...
Sería un primer mensaje preliminar, más tarde anunciaría que: "deseo que aquí esté mi casa" y tras esto el mensaje se difuminó. La vidente comenzó respirar forzadamente hasta que sucumbió al agotamiento y perdió el conocimiento o hizo que lo perdía. Todo esto recordar la disección de este fenómeno que realizó el investigador onubense Moisés Garrido en "Apariciones Celestiales bienes terrenales". Todo ya resultaba demasiado familiar...
Entre los fieles creyentes de la Virgen de Pedrera encontrábamos a Carmen Rodríguez y Carmen Borrego, esta buena mujer no tardó en ser una de las incondicionales de la "vidente" Carmen L. y acompañarla allá donde esta fuera. Carmen tenía y tiene una situación económica desahogada y no le importó ayudar a la Virgen a través de esta señora... Pero pronto la "Virgen" comenzó a pedir extraños y costosos viajes para su vidente, buenos hoteles, ropas, donaciones importantes y demás... "todo era bueno si lo pedía la Virgen" nos comentaba Carmen.
La cosa se comenzó a complicar cuando la vidente exigió por "mandato celestial” la construcción de una iglesia - ermita en Pedrera. Y bajo esta premisa se comenzó a buscar los terrenos donde se edificaría la Iglesia. Tras mucho buscar el lugar idóneo y convencer a nuestra Carmen de que debía ser una de las patrocinadoras de la construcción pedida por la Virgen se encontraron con la negativa del propietario a vender el consabido terreno. Por esas fechas ya se comenzaba a rumorear por Pedrera del carácter fraudulento de la vidente y de sus reales intenciones “altruistas”... Los rumores llegaron a oídos de la vidente y decidió que la “Virgen” ya no iba a aparecer más por Pedrera y la trasladó por las buenas a la localidad sevillana de Estepa...
Carmen Borrego se alarmó por la decisión de la Virgen pero fue debidamente calmada y aleccionada sobre la conveniencia de tal traslado. Una vez en Estepa el circo continuó y se buscó un coqueto lugar para edificar la ermita, pero cuando ya se estaba a punto de desembolsar el millón y medio del solar les llegó el aviso de que el lugar elegido en cuestión no era apto para edificar por lo que Carmen "La Vidente" se quedó de nuevo sin solar.
Tras mucho buscar el lugar idóneo -nuevamente- Carmen le “ofrece” un solar de su propiedad para "La Vidente" y la Virgen. Así le cedió un buen trozo de tierra heredado de su padre y le construyó allí una bonita vivienda costeada de su propio bolsillo. Previamente se obligó a la devota Carmen a firmar un documento de venta (a coste reducido) a favor de Carmen L. ("La Vidente") por el cual, obviamente, se renunciaba a los derechos sobre aquel terreno y lo edificado en él. Tras todo ello el "show" continuó y no tardó mucho en pedir un solar de unos mil metros cuadrados junto a la vivienda para construir la ermita -ya que allí lo que se había construido era su casa-. Ya esto comenzó a molestar a Carmen y se descubrió la verdadera verdad de éste caso.