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Actualizado: 31 jul 2022 / 04:00 h.
  • ¿Existen los juguetes encantados o embrujados?

...Y más concretamente, los que están encarnados en payasos o muñecas, máximo exponente de todo ello es la muñeca Annabelle, famosa por la película «Expediente Warren» y la saga a la que, cinematográficamente, ha dado lugar.

Las muñecas son juguetes que simbolizan la infancia y son las compañeras de juego de millones de niñas en todo el mundo, pocos podrían imaginar que tras esa apariencia angelical pudieran esconderse excepciones que son las llamadas «muñecas malditas».

La familia Whitmore, de Luisiana (Estados Unidos), parece poseer una muy especial que está recogida en el libro “Caught on film” (Captado en video) del investigador paranormal Jim Eaton. Se narra la historia, real, de una muñeca que habría envejecido, a decir de los testigos, al estar presuntamente poseída por un espíritu.

La muñeca pertenecía a una niña llamada Laura Whitmore, de 8 años, y no dejaba de ser una muñeca más. EL paso del tiempo hizo que aquella niña dejara las muñecas y quedaran olvidadas en una caja en el sótano. Doce años después dispusieron una limpieza y la sorpresa surgió de aquella caja guardada allí más de una década que contenía los recuerdos, en forma de muñeca, de Laura.

Al abrir la caja se encontraron con algo terrorífico: la muñeca había envejecido como si se tratara de un ser humano, su cara estaba lleno de arrugas al igual que su cuerpo, era terrible. Tenía apariencia de estar momificada y, realmente, estremeció a la familia Whitmore.

¿Leyenda o realidad?

Fueron muchos los investigadores que quisieron analizar/estudiar la muñeca directamente siendo muy discutida su posesión, lo cierto es que expertos en fabricación de muñecas opinaron sobre ello y coincidieron que el plástico o materia orgánica se puede «estropear», descomponer, entrar en un extraño proceso de putrefacción haciendo que las propiedades del plástico pierda sus propiedades y que el pelo se caiga dando origen a imágenes como la de la muñeca de la familia Whitmore.

Se ha comprado el procesos de degradado del plástico con el que se produce en el cuerpo humano cuando envejece, esto hace que los más sensacionalistas hablaran de «muñeca poseída» y que en su interior «habitaba un fantasma» cuando la realidad es bien diferente.

Pero hay una vuelta de tuerca en esta historia y su leyenda: cuentan que el propio vaticano, a través de un despacho jurídico italiano, se interesó en la muñeca llegando a ofrecer 5.000 dólares por ella. En la actualidad, no se sabe a quién fue vendida la misma pues existía una cláusula de confidencialidad. Puede que sólo sea una de esas historias modernas terroríficas que sólo son ciertas en la imaginación de quién la creó...

La temible muñeca Annabelle

Se ha convertido en los últimos años en un aterrador juguete que, por su maldad, ha llevado el pánico y el miedo a muchos espectadores de todo el mundo merced al cine. Se trata de la muñeca ‘Annabelle’ y su historia, de ser cierta, es propia de un guion de película antes que de la realidad.

La muñeca se trata de una de las famosas Raggedy Ann fabricadas en Estados Unidos por John Gruelle en 1915, pronto fue un juguete muy apreciado por las niñas y, en 1918, sería parte de una colección de libros infantiles. Su éxito no se demoró y tuvo seis largas décadas de ventas, incluso Fleischer Studios realizó una serie de animación infantil sobre ella.

Pero... ¿Qué tiene de maldita?

Su historia presuntamente paranormal comienza en 1970 cuando una señora le regala una de estas muñecas a su hija Donna que estudiaba enfermería y que compartía piso con Angie. A Donna le sorprendió el regalo pero le recordaba a su infancia y la colocó sobre la cama de su habitación. Lo fenómenos comienzan cuando la muñeca comienza a cambiar de posición, no está donde ella la dejaba y, al principio, pensó que su compañera podría haberla movido, el problema surgió cuando Angie le comenta que ella no toca a la muñeca y esta aparece en diferentes lugares de la casa.

El siguiente paso sería el encontrar notas escritas en las que se podía leer: “Help us” (Ayúdanos), “You miss me?” (¿Me echas de menos? ) o “Save Lou” (Salven a Lou). Aquello parecía estar fuera ya de cualquier broma y las chicas piden ayuda. Una médium les dice que la Raggedy Ann está poseída por el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins -de ahí que se la llame “Annabelle”-. La mujer les dice que la traten cómo a una persona.

El novio de Donna, Lou, apenas puede creer lo que ve y como aquellas dos chicas tratan a la muñeca así que es motivo de las bromas de este hasta que una pesadilla lo inquieta: sueña que alguien le estrangula, al despertar la muñeca está a los pies de la cama y él tiene diferentes heridas... ¿Se las habría hecho él mientras dormía o, realmente, la muñeca estaba poseída?

Los fenómenos se incrementan con ruidos extraños en la casa, en el dormitorio de Donna y deciden llamar a un sacerdote que les recomienda que avisen al matrimonio Warren (Ed y Lorraine) que tenían una gran experiencia en este tipo de casos y dentro del campo de la parapsicología. Ambos investigadores afirman que en “Annabelle” habita un espíritu maligno que quiere poseer a Donna.

Finalmente la chica decide deshacerse de la muñeca y la entrega a los Warren que la llevan a un museo de “objetos malditos” en Connecticut que es donde se la puede encontrar dentro de una urna de cristal.

Terror en una familia al comprar una ‘muñeca maldita’

A estas alturas me permito preguntarle: ¿Qué haría si supiera que, en casa, tiene una muñeca maldita? Seguramente quedaría aterrado y su primera intención sería deshacerse de la muñeca o, tal vez, pensaría que ese tipo de “cosas” sólo pasa en las películas pero puede suceder en la realidad.

Es lo que le ha ocurrió a una familia de la localidad inglesa de Norfolk, Debbie Merrick, de 50 años, compró una muñeca en un mercadillo benéfico, allí encontró una muñeca que representaba a una novia, con su vestido blanco, ramo de flores y un collar de perlas, destacaba entre el resto de objetos. Debbie iba acompañada de su marido Cameron y decidieron comprarla, en ese momento comenzó su pesadilla...

Al día siguiente de tenerla en casa su marido despertó con arañazos en la pierna que no tenían una explicación racional, los sucesos iban sucediéndose y la familia requirió los servicios de una médium que les dijo que algo “había en la muñeca”. Debbie metió a la misma en una caja y la llevó al cobertizo. Al cabo de los días fue a ver a la muñeca y observó que no tenía el collar y que había cambiado de posición. La mujer, impactada, decía: “No sé por qué compré la muñeca, fue un poco raro, pero en aquel momento no le dí demasiadas vueltas. Era muy barata, tan solo 5 libras, supongo que pensé que merecería la pena gastarme un poco de dinero. Una noche escuché ruidos en la casa y pensé que era mi hija, Pero cuando fui a comprobarlo, ella estaba dormida. En realidad es sólo una muñeca con un vestido blanco, que no me gusta. Ni siquiera me gusta tocarla. Con las otras dos no me pasa lo mismo”.

La mujer explicaba: “Definitivamente no había ocurrido antes. Parecían un poco arañazos de gato y le ardían. Los arañazos parecen haber sido hechos por algo pequeño, como pequeños rasguños de mano de muñeca. Mi marido es un completo escéptico, así que todavía está tratando de encontrarle una explicación. Cuando la empaqué, me aseguré de que el collar estuviera envuelto alrededor de su cuello unas cuatro veces. Estaba muy asustada, para ser honesta. Sólo seguí pensando ‘¿Cómo era posible?’... Cuando tuve que tocarla me sentí enferma”.

Incluso para ponerla a la venta en Ebay tuvo problemas: “Incluso me costó subir las fotos a Ebay, fue realmente extraño y nunca había sucedido antes. No quiero volver al cobertizo ahora, no la volveré a tocar, puede ser recogida si se compra, y si tenemos que llevarla, mi marido puede empacarla. Si no se vende, se la daré a una tienda de caridad. Podría haber algo en ella, creo que las cosas se pueden adherir a los artículos, por eso evito tener muebles viejos en mi casa”.

Finalmente el comprador fue Lee Steer, de Rotherham, South Yorks, que se hizo con ella por unos 1.200 euros. Al llegar la muñeca a su domicilio todo parecía normal hasta que dos días después el padre de Lee, de 54 años, descubrió en sus piernas arañazos que parecían hechos con una aguja, garras de gato o una diminuta mano: “Mi padre estaba en el piso de abajo cuando escuchó un ruido similar a unos pies diminutos, como los pasos de un animal pequeño, en el piso de madera. La muñeca, en ese entonces, todavía estaba embalada en una habitación lejana. Más tarde, le dijo a mi madre ‘me duele el brazo’, entonces levantó la manga de su camisa y encontró 6 arañazos en su brazo, muy similares a los del marido de Debbie”.

En la casa se han sentido ruidos extraños, se nota una incómoda presencia, las luces funcionan mal y se han encontrado diferentes enseres del hogar rotos, hasta un cuadro comenzó a balancearse solo colgado en la pared.

Debbie, la vendedora y expropietaria de la muñeca, dijo: “Para ser honesta, estaba muy feliz cuando la muñeca se fue, y he estado al tanto sobre lo que ha estado sucediendo. Me impactó cuando Lee me escribió diciendo que su padre también había sido rasguñado, pero no me sorprende”.

«Robert»

La historia de “Robert” es curiosa, se trata de un muñeco de un chico que tuvo el influjo de una doncella haitiana que realizaba extraños ritos. La mujer tenía un fuerte vínculo con el niño pero sus prácticas hicieron que la familia decidiera despedirla.

La noche regaló a Robert un muñeco con traje de marinero, se parecía mucho a él por tener la misma estatura y asemejarse físicamente. El niño lo ubica en su habitación y le pone su mismo nombre. Ambos se hicieron inseparables.

Pronto comenzaron los problemas, sobre todo cuando empiezan a romperse objetos y los padres responsabilizan de ello a Robert Eugene, el niño sólo acierta a decir: «es que no soy yo, es Robert».

Tras ello se comenzaron a escuchar voces en la habitación de Eugene, dos voces, una de su hijo y la otra era desconocida. El muñeco, según el niño: “sólo quería jugar y a ser posible por las noches”, se le llegaba hasta a tirar encima.

La situación se vuelve extrema cuando la madre del niño ve al muñeco Robert correr por un pasillo hacia una habitación, fue cuando creen que el juguete estaba maldito.

Deciden guardarlo en el ático y la tragedia es infinita aquella misma noche: una de las tías de Eugene muere de un infarto.

Pasó el tiempo y el chico creció, heredó la casa y cierto día encontró al muñeco. Recordó su infancia y el influjo del juguete, como desunió a la familia y como su propia hija había “adoptado” al muñeco. El terror no se hizo esperar cuando una noche se despierta gritando con el muñeco sentado encima de su rostro.

Fue suficiente siendo entregado a un museo de objetos paranormales o encantados en East Martello, Florida (Estados Unidos).

“Claire”

¿Le gustan las muñecas de porcelana? Pues “Claire” era de porcelana y a una señora mayor llamada Marian. Cierto día regala a la muñeca a la hija de su vecina de 8 años, Jill Phillips, por el parecido que les encuentra.

La niña queda fascinada con el regalo pero no está cómoda cerca de ella y la deja, de adorno, en una mecedora... A partir de ese momento, por las noches, escuchaba como si alguien jugara o corriera alrededor de su cama mientras dormía. La niña lo dijo a sus padres y estos pensaron que «es una niña pequeña, le tiene miedo a la oscuridad y a dormir sola, ya se le pasará«.

Cierta noche Jill abre el armario de las muñecas, estas –como por arte de magia- parecen moverse solas y la mecedora donde estaba Claire se balancea sola junto con la muñeca que cruza los pies y gira la cabeza hacia Jill., aquello fue terriblemente impactante.

Se pudo saber que la anciana que le regaló la muñeca se llamaba e Marian la anciana, habitaba en una casa donde alrededor de 1900, y en las vías del tren cercana hubo un trágico accidente de tren con 38 víctimas, la muñeca al mudarse a la casa estaba allí y se decía que pertenecía a una de los fallecidos en el accidente de tren, una niña que se parecía a Jill.

Hoy día Claire está en una casa de madera que le construyó la niña.

«Ledda»

En 1972 Kerry Walton regresa a Australia con motivo del entierro de su abuela. Todo son recuerdos, el más inquietante era el de un edificio que la daba miedo, un edificio que ingratos recuerdos. Precisamente en la entrada del edificio encuentra a un muñeco que decide “adoptar”.

EL muñeco parecía antiguo e investigó un poco sobre él, la información que obtuvo fue inquietante: era un muñeco encantado que tenía 300 y estaba fabricado por una gitana rumana en un último intento de recordar su hijo de 2 años muerto.

Se estudió el muñeco y se descubrió que el cabello de Ledda era humano real y debajo había un dibujo de lo que parecía un cerebro. El nombre del mismo, Ledda, se lo impone Kerry Walton pues escuchó al muñeco gritar: “¡Ledda!, sácame de aquí...sácame de aquí!».

Curioso fue cuando se llevó a la televisión el muñeco, para contar su historia, y los cámaras contaron que la cabeza se movió sola.

Finalmente Kerry se quedó el muñeco en casa para evitar que pudiera hacer daño a otras personas según recomendación que le hicieron los médiums a los que consultó.

«Okiku»

Japón tiene sus muñecos encantados, la siempre enigmática cultura del Sol Naciente cuenta con una muñeca especial: se llama Okiku.

Fue un regalo de Eikichi Suzuki, de 17 años, a su hermana Kikuko, de 3 años. La niña queda atrapada por el encanto de la muñeca a la que peina a diario y cuida como una amiga más. El infortunio hizo que la niña muriera, fue enterrada y la muñeca colocada en un altar en recuerdo de la tristemente fallecida, las cenizas de Kikuko estarían junto a ella.

Poco tiempo después perciben que la muñeca parece cambiar la mirada, unas veces triste, otras feliz... Durante la IIª. Guerra Mundial se trasladan a las islas Sajalín y la muñeca es entregada a los monjes del templo Mannenji, que verifican que la historia narrada por la familia es absolutamente cierta y que la expresividad de la muñeca es aterradora.

«Joliet»

“Joliet” es la muñeca de una niña llamada Ana, su madre se la regaló que a su vez la obtuvo de su progenitora (la abuela de la niña). Según la historia familiar: “una mujer de la primera generación, alguien no se sabe bien quien, la regala por el nuevo embarazo, para el futuro niño, ya que la familia tenía una niña”, una especie de amuleto de cara al futuro del bebé.

Pues sobre la muñeca se cree que pesa una maldición pues el hijo varón de cada generación muere y así será hasta el fin de la dinastía, por lo que la muñeca “Joliet” parece estar maldita.

La muñeca tiene aparejada toda suerte de fenómenos tales como el de sentir un llanto cerca de ella, gritos o voces infantiles. Pese a ello Anna quiso seguir con la tradición familiar pasando la muñeca a las hijas futuras pensando que el alma de todos los niños varones siguen en la muñeca.

“Joliet” , en la actualidad tiene serios desperfectos pero, pese a ello, tiene un encanto de “otro mundo”.

Es el riesgo que tiene tener una muñeca embrujada en casa... ¿Usted la tendría?