Es como se le llama en la ciudad y que todos conocemos por ser el centro junto al Hospital Universitario «Virgen Macarena». Son muchos los incidentes extraños que se cuentan en su interior y muchos los fenómenos paranormales narrados por testigos.
Quizás el más conocido sea el de un vigilante de seguridad que, una noche, pudo vivir como las puertas de un pasillo se le abrían solas y como los extintores aparecían, misteriosamente, en el suelo del mismo pasillo por donde había pasado segundos antes.
Todo ello formó parte de un dossier exclusivo de investigaciones que realicé en el edificio pero que, con el paso del tiempo, son otros muchos testimonios los que llegan y viene a incrementar los sucesos en su interior.
En esta ocasión es una testigo quién me narra: «yo trabajo allí desde hace años y también mi compañera. Son muchas cosas las que nos han pasado y muchos sustos los que nos hemos llevado. Mira, hace no mucho tiempo, unas semanas, estaba en la planta de arriba, en la zona de temas de la piel y eso y escuché como una puerta se cerraba. Es extraño porque ya no había nadie y me di la vuelta para ver si quedaba algún médico haciendo algo o por si necesitaba algo. Miré bien esa zona de consultas y no quedaba nadie. Bueno, salí y tiré por la escalera que hay esa misma zona y cuando estaba bajando sentí otra vez la puerta, me asomé y estaba abierta”.
“Volví a ir y mirar y nada. Entonces cerré la puerta y decidí irme por la otra escalera que está más al centro. Bueno, pues cuando iba para allá sentí como la puerta otra vez hacía lo mismo. Entonces la luz del pasillo se apagó y me dio miedo, la verdad, miré hacia atrás y estaba todo medio oscuro y vi como había allí una silueta. Dije «¿Quién eres?» pero aquello ni contestó. Me dio muchísimo miedo y fui a buscar al seguridad que se dio una vuelta por allí y no había nadie. Te juro que lo vi perfectamente» decía mi testigo emocionada. «No es lo único que me ha pasado, en otra ocasión fui a una de las consultas donde te meten una tubito por la nariz para llegar al esófago y el estómago y al llegar no había nadie y habían llamado desde allí. No comprendí bien la llamada y cerré y me fui para abajo. Al llegar otra vez llamaban desde allí, subí y nada. Me quedé en la puerta y sentí como dentro había alguien hablando, entré de sopetón y molesta y al entrar no había nadie, a ver si tú me dices que está pasando o quién era el que llamaba» afirmaba.