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Actualizado: 18 mar 2022 / 04:26 h.
  • ¿Sabes dónde está la “Casa de las Conchas” de Sevilla?

Seguramente, si se dice: ¿Dónde está la «Casa de las Conchas»? Muchos serán los que se apresuren a decir: «En Salamanca, por supuesto», a tenor que esta es la más conocido por su vistosa fachada y por ese estilo gótico con elementos platerescos que la hacen una joya arquitectónica de nuestro Arte.

Sin embargo Sevilla tiene su propia «Casa de las Conchas» que tiene también una vistosidad exterior importante. ¿Sabe dónde está? Se lo explico en estos particulares «Pasajes de la Historia de Sevilla».

Nos tenemos que desplazar a la calle Mateos Gagos, en plena Judería, en pleno Barrio de Santa Cruz, allí, en el número 26, haciendo esquina con la calle Mesón del Moro, encontramos un llamativo edificio que destaca por su fachada, una fachada con «conchas» que tienen muchos significados.

Fue encargada por doña María Dolores Martínez, viuda de Camino, y lo hizo a un insigne de la arquitectura costumbrista como lo fue Aníbal Gónzalez, el mismo que levantaría edificios tan importantes como, por ejemplo, la Plaza de España.

La edificación se llevó a cabo entre los años 1916 y 1918 aprovechando que en la ciudad se realizaba el ensanche se comienzos del siglo XX de cara a la «venidera» Exposición Iberoamericana de 1919 en Sevilla.

¿Sabes dónde está la “Casa de las Conchas” de Sevilla?

Está construida según los patrones de los que gustaba Aníbal González como era el ladrillo visto que era muy regionalista así como un detalle que le da el nombre: el labrado cuidadoso y detalles decorativos que tiene la misma repartidos, de forma geométrica, por todo el edificio.

De gran riqueza decorativa y vistosidad se considera una de las obras maestras de Aníbal González que evoca las líneas que tiene la «Casa de las Conchas» de la ciudad salmantina.

En su fachada podemos encontrar más de cien motivos de decoración que, realmente, no son conchas sino que hay de todo, desde figuras humanas, caras de indios, animales, vegetales, elementos frutales y alegorías.

Acérquese y disfrute observándola. Mire las “conchas” de su fachada y sorpréndase con cada detalle de cada una de ellas, realmente puede ser un viaje en el tiempo fascinante.