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Actualizado: 06 ago 2022 / 04:00 h.
  • Infidelidad (I): descúbrala gratis siendo hombre

Actualizamos sugerencias sobre la infidelidad a petición de los fieles de #Infraganti publicados hace más de un par de años en dos entregas. El verano también actualiza y recupera una realidad importante, sustantiva. Lo detallaremos por sexo.

Comenzamos indicando que las mujeres cuando deciden ser infieles a su pareja no sólo optan inscribirse en una plataforma de contactos, ni proyectan recuperar tiempo perdido. Tampoco aprovechan la líbido pre o post menopaúsica o encontrar el amor que no se encontró al completo. Por lo general, el alma femenina es infiel a su pareja buscando sentirse mejor, tener más atención y afecto.

No debemos obviar el denominado ‘síndrome del príncipe azul’. Este se caracteriza por la creencia idealizada sobre la pareja perfecta. El personaje no sería real, y tarda en encontrarse. Algunas optan por el amor que se escapó en época de bachillerato, universitaria o de primeros trabajos.

O en el cuerpazo de algún vecino/a, compañero/a o jefe/a laboral. Pero lo más prosaico es pensar que el cuento se hace realidad con el butanero, siendo coloquiales. O colmatar alguna socorrida urgencia. Las más románticas rememoran las escenas de ‘Los Puentes de Madison con un Clint Eastwood espléndido Se hispaniza la cosa en la cinta de Óscar ‘Volver a empezar’. Ahí Antonio Ferrandis y Encarna Paso se aman e besan cuan lujuriosos pecadores haciendo buenas las palabras del Arcipreste de Hita.

Los expertos sitúan los cuarenta con la edad de la infidelidad femenina. Un dato objetivo es que suele practicarse cuando consideran que sus hijos pueden desenvolverse solos y se estabilizó laboral y económicamente el hogar. La ‘aventura’, la canita al aire es otro factor emocional que explica la infidelidad femenina.

Otro dato que da que pensar sobre la infidelidad es añadir distinta clave a móviles, tablets u ordenadores que se compartía con la pareja. El miedo a ser pillada explica este paso. O no contestar mensajes o llamadas cuando la pareja está muy cerca.

El tema de la infidelidad femenina tiene estadísticas. El IFOP indica que el 30% de las españolas fue infiel en algún momento vital. De ahí un 14% lo fue con su pareja vigente. La Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) establece tres tipos de infidelidad: Física (besar o tener sexo), Psíquica (fantasear) y Virtual (flirteo en redes, móvil, ordenador...)

Hay muchas razones que explican la infidelidad femenina. Y deben tener efectos didácticos para evitarla. Encontramos seis, según concurren expertos en la materia:

1. Falta de conexión con la pareja: La rutina o conflictos familiares. El desempleo, desmotivación, crisis económica rompen lazos.
2. La soledad: Sentirse incomprendida, no querida y atendida ayuda.
3. Poco sexo: La insatisfacción busca mejores plazas donde torear.
4. Aburrimiento: Repetir pautas, no hacer planes. Se busca ‘subidón’.
5. Afirmar la auto-estima: Reivindicar espacio propio, sentirse mejor.
6. Venganza: Devolver golpes bajos o agravios es lo más común

¿Qué hacer frente a una infiel?

La mujer infiel no es alguien horrible que merece castigo, cárcel o latigazos, como en países orientales. Hay quien, en la esfera de la pareja, lo considera grave y quien lo entiende como algo venial. Admitir el error, pedir perdón y arreglar el conflicto cuando este exista ayuda bastante para superarlo. La mente femenina, como la masculina, tiene etapas. La culpa es sentimiento que acompaña a la aventura. Pero no es vitalicia. Retomar la confianza y la complicidad en la pareja se presenta esencial. Confesar, también, la infidelidad evita terremotos.

Para salir fortalecido de una infidelidad es necesario entenderla en su por qué. Conocer qué faltaba en la relación. Importante es hablar y navegar espacios.

¿Cómo descubrirla?

Es delito (revelación de secretos) revisar correos, móviles y ordenadores sin consentimiento de la legítima usuaria. Pero ¿quién denuncia ese espionaje morboso?. Sólo en graves conflictos hay actuaciones legales, en juzgados o en la policía.

Un truco asequible es confirmar si la sospechada infiel compra algo a su amante. Se sabe que durante el año en algún momento se pica: navidades, verano, cumpleaños, vacaciones, santo.... son las pistas más inmediatas.

Más pistas: cambio de hábitos y de ropa, salir temprano y volver tarde, comidas de trabajo, extras horarios laborales, gastos inusuales, cuentas ocultas (bancos, redes, tarjetas), más perfumada, compra preservativos, visitas al Ginecólogo contadas a posteriori, inscribirse en gimnasio, escenas de cólera, crítica a la pareja, usar teléfono adicional.

Trucos en el WhatsApp (repetimos, mirarlo sin permiso es delito):

1. Verificar si llegan mensaje de nuevos contactos como ‘Pepe Gestoría’ o algún socorrido nombre que anonimiza al/a amante
2. Si se envían notificaciones de configuración, cuidado
3. Quitar «En visto». Desactivar confirmaciones de lectura. [Si veías 2 palomas azules que confirman lectura de mensajes aparecen en gris].
4. Usarlo yéndose aparte de la pareja o en el baño. O más lejos
5. Desactivar la última hora de conexión.
6. Ocultar foto de perfil
7. Desactivar actualización de estados
8. Desactivar opción de descargar fotos y videos

Los casos más clamorosos de infidelidad donde ni se encuentran respuestas, ni soluciones, ni pactos para zanjarlas acaban mal: Pregunta ¿abogado o detective? Los amantes consentidos son minoría, pero cuando –por ejemplo- hay mucho desequilibrio patrimonial o de ingresos a veces es parte de la puesta en escena del poderío femenino.

La opinión social aún permite más más la infidelidad masculina como estertores del patriarcado machista. Pero las cosas han cambiado desde los tiempos de ‘la otra’.

La infidelidad tiene graves consecuencias en procesos de divorcio o herencias cuando el padre inscrito en el Registro Civil no es el biológico. El ADN ahí es pieza clave para corroborar la paternidad. En casos patentes, la herencia (dos tercios para hijos/as, la legítima y tercio de mejora) debe repartirse entre todos los hijos oficiales.