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Actualizado: 10 ene 2023 / 11:35 h.
  • Foto: Andalucía Viva
    Foto: Andalucía Viva

El mundo editorial español tiene un nombre grabado a fuego. El sevillano del Pedroso José Manuel Lara (1914-2003) compró el sello Tartessos y en 1949 lo denominó Planeta. Logró vender a crédito a la España analfabeta enciclopedias, su Premio anual o que se pagara abono mensual por un libro. Juan Eslava Galán dijo, al inaugurar una calle hispalense en honor del hijo ilustre pedroseño que ‘...era capaz de vender hielo a los esquimales....’.

Tras el olfato y picardía de Lara estaba el talento de una catalana, Mª Teresa Bosch. El tándem dejó un legado que pervive: liderazgo sectorial, grupo empresarial y una Fundación que valoriza lo que parecía impublicable. En el siglo XXI Planeta convive, casi en régimen de duopolio, con Random House repartiéndose la mitad del mercado. Anaya, el tercer contendiente en la cúspide de vender libros, apenas alcanza un 5% del sector.

El mentor de autores pre-bestsellers

Roger Domingo es de los que explica por qué Planeta sigue en el podio. La excelencia impregna un currículum total. Se licenció en humanidades en la Pompeu Fabra. Logró, después, dos Masters: uno en ESADE y otro en Pace University. La teoría del aula la aplica en Booklight Inc. y McGraw-Hill Europe, siendo a posteriori docente en distintos Masters.

Desde hace 14 años es el ubicuo editor en sellos de no ficción de Planeta (Deusto, Gestión 2000, Alienta Editorial y Para Dummies). De su oficio se publicaron más de 1.000 libros. De su mano casi 500 autores lograron plasmar el sueño de publicar un libro. Popular en internet, redes sociales y web que lleva su nombre aplica el método MAPEA. Es un programa online para autores que desean valorizar su obra publicando su libro con una editorial tradicional y consiguiendo que esté a la venta en las librerías.

Como mentor y tutor para noveles o autores que no logran colocar su obra oferta una Máster Class gratuita recomendable. Además de ganas, pluma de teclado y ego se precisan seguir pautas para no fracasar en el empeño.

Con Domingo no se repite lo que se atribuye a Larra (escribir en España es llorar). A través de la pantalla y videos tutoriales quien persigue publicar no está huérfano, aunque las editoriales no contestan ni al 1% de las propuestas que reciben. Y si lo hacen desisten si no avizoran ventas. Sólo una minoría de nuevos autores logra publicar. La mayoría de obras que pueblan los estantes de las librerías son autores consagrados, encargos sobre temas inéditos o con futuro o los ‘best sellers’ del marketing vacuo

Conferencia y debate

Un hueco en la agenda de Domingo lo logró y atrajo el ingeniero Fran Guillén, también autor de Paso de Gigante (Pirámide, 2020), fábula sobre el emprendimiento. Roger Domingo explicó, en un almuerzo patrocinado por el Rotary Club Sevilla International y ante decenas de comensales, toda clase de pormenores sobre el mundo editorial español y las técnicas para convertir un archivo de ordenador en un libro. El mamotreto escrito a mano sobre el papel ya es historia.

El evento lo presidía la nueva Presidente de Club Rotario Ana Garrido. Domingo sabía, desde el principio, de lo que hablaba. El contexto de su mundo profesional lo dimensionó con datos: las más de 3.000 editoriales españolas facturan más de 1.000 millones anuales antes de la pandemia. Desde el verano de 2020 la venta de libros subió porque la lectura es un buen refugio, especialmente el ensayo, que llamativamente puede a la ficción.

Los 80.000 títulos que, según Domingo avalado por datos sectoriales, se publican al año en España suelen tener tiradas de varios miles de ejemplares. En su oratoria Roger Domingo excluyó el libro de texto. Sus números entrañan un aparte en el sector editorial y sobre el que las tiradas son de vértigo cuando se homologan a los programas docentes oficiales.

La charla que siguió a las palabras de Domingo sacó a relucir la disruptora inteligencia artificial (IA), el metaverso y las virtualidades sobre el papel del libro. Indicó al respecto que Planeta está preparada para esos retos. Un ejemplo fue lo que han lanzado recientemente de J.R. Rallo. De dicho autor elaboraron NFTs que rápidamente agotaron sus primeras. Quienes compraron pueden vender en el cosmos virtual. Hay gente pa [ra] [do], como diría Belmonte a Ortega cuando el torero se enteró que quien acaba de conocer era filósofo.

La novela que tenemos en la cabeza pronto la escribirá un programa de IA al que previamente se le introduzcan sesgos, algoritmos, parámetros o lo que tenga por actual la tecnología. Entre los intervinientes en el debate que se celebró en los postres del almuerzo varios profesores universitarios plantearon sus inquietudes para publicar. Y surgieron cuestiones sobre la alternativa de auto-publicar gratis en Amazon, lanzar un ebook, o contratar con una editorial que Domingo etiquetaba como ‘tradicionales’.

Los pros y los contras que tiene publicar con editorial, el negocio sobre derechos de autor, especialmente cuando aparece un inesperado best seller, generó cuestiones entre los comensales.

Llegados a este punto, conviene citar el ‘caso Celda 211’ (Editorial Lengua de Trapo, 2004). Su autor, el periodista deportivo Francisco Pérez Gandul, se estrenaba con ese magnífico relato carcelario localizado en Sevilla. Los millones y Goyas que lo elevaron hasta el celuloide, la exportación de esos derechos a Hollywood y miles de ejemplares vendidos de la novela hicieron invisible al creador del excelente relato. Cuando hay fracaso, existe orfandad. El éxito tiene muchos más padrinos que el autor.

Esta visita didáctica de Domingo a Sevilla fue la inversa que ubicó los negocios de Lara en Barcelona, capital editorial española guste o no en la Plaça de Sant Jaume. La diferencia del siglo XXI está en que Domingo es un catalán afincado en Madrid. Su procès fue diferente. Del excelente orador nos quedamos con una frase que repite en sus mensajes: ‘Si crees que tienes algo que contar, hazlo’. Ahí queda eso.