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Actualizado: 20 jul 2021 / 10:31 h.
  • EFE
    EFE

El presidente de Francia, Enmanuel Macron, ha enviado un mensaje claro a los negacionistas de su país, que han llegado incluso a organizar este pasado sábado manifestaciones por toda Francia en nombre de la “libertad” y contra lo que ellos consideran “una dictadura sanitaria”. O se vacunan o se quedan en su casa. Más de 100.000 personas han protestado en distintas ciudades del país, entre ellos Jacline Mouraud, lideresa del movimiento de protesta de los “chalecos amarillos”, o el dirigente de un partido ultraderechista escindido de la Agrupación Nacional, Florian Philipport, que jalean a muchos franceses contra la política sanitaria del Estado que, como tantos otros, intenta evitar a toda costa una quinta ola de la pandemia. El Gobierno quiere acelerar el ritmo de vacunación frente al ritmo de nuevos casos de contagios, que es más fuerte que nunca debido a la contagiosidad de la variante Delta. El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, ha sido apocalíptico en sus últimas declaraciones al periódico Le Parisien: “Es la vacunación general o el tsunami viral”. Precisamente desde el sábado, Francia ha superado los 10.000 casos diarios y la tasa de incidencia ha subido un 50% en solo una semana.

Ante este panorama, el Gobierno va a probar medidas muy restrictivas para los no inmunizados. “No tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la adolescencia de mis hijas, así como su derecho a estudiar adecuadamente, por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se queda usted en casa, nosotros no”, ha advertido Macron, que ha explicado que el personal sanitario, quienes trabajen con personas dependientes y los trabajadores de las residencias de ancianos deberán vacunarse obligatoriamente antes del 15 de septiembre. Si no, “habrá multas y sanciones”. Por otro lado, se va a exigir un pasaporte sanitario, consistente bien en el certificado de vacunación o en un test negativo para todo aquel que quiera entrar en un centro comercial, en un restaurante o en un transporte de larga distancia.

Desde esta semana, Francia exige test negativos de menos de un día a los viajeros no vacunados que lleguen desde España, Portugal, Reino Unido, Países Bajos, Grecia y Chipre.