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Actualizado: 19 feb 2021 / 22:38 h.
  • Antonio Juviñá: «Las hermandades pedían 10 kg de incienso y ahora piden solo medio kilo para los cultos»

No fue algo premeditado el hecho de que este sevillano decidiera vender incienso. En el comienzo de la conversación con el Correo de Andalucía, él mismo afirmó que empezó a hacer inciensos y cuando si quiso dar cuenta, estaba vendiéndolos. “Además, hubo un momento en el que era tan grande el volumen, que mi mujer me dijo que en casa no cabía. Es decir, ha sido algo que ha ido en evolución. Por eso, ni en los sueños más utópicos podría yo pensar que iba a llegar en tan poco tiempo a donde he llegado” apunta.

Aunque su taller no es muy concurrido físicamente, su página web, el único soporte mediante el que se realizan los pedidos, y su cuenta de Instagram, cuentan con numerosos seguidores. Aun así, quien decide visitarlos, corre el riesgo de deleitarse con los más de 200 tipos de incendiarios que proporciona Antonio.

El modus operandi de este cofrade y emprendedor está compuesto por su intuición y acierto en la mezcla de unos y otros ingredientes. Y es que como él mismo puntúa, ellos le han dado un toque al mundo del incienso. ¿Cómo?

“Mira, cuando yo llegué al mundo del incienso, su elaboración no era más que mezclar un par o tres ingredientes, y ya. Ahora, si había un buen resultado, ahí tenían un nuevo incienso. Pero yo uso técnicas que no se han usado hasta ahora. Técnicas para intensificar su olor. Son recetas propias que, aunque tienen la misma técnica, huelen distinto”.

Para llegar a concluir la invención de su nueva forma de hacer sus inciensos, se han de unir cuatro premisas distintas: Un largo trabajo de investigación, la gran colección de inciensos del mundo que tiene y de las que saca conclusiones, el conocimiento de un cuñado biólogo, y las fórmulas de su mujer, que es farmacéutica. “Así, usamos plantas que nunca se habían usado en los inciensos y técnicas químicas (que no productos) como la destilación. Por ejemplo, hay un incienso que tiene una destilación de hoja de naranjo, algo que le da un olor inexplicable” sentencia.

Es por eso, que humildemente asegura ser de los inciensos más innovadores del momento y cree ese es el motivo por el que no le falta la demanda. Pese a esto, también es consciente de la dificultad que se está viviendo en estos momentos, y como otros muchos comercios que se dedican a este sector tan cofrade, este año es devastador. “Nosotros somos unos privilegiados, pero también estamos intentando subsistir en estos tiempos. Las cofradías dejan mucho, antes pedían 10 kg de incienso, y ahora piden medio kilo para los cultos, y eso, se nota” apostilla.

Concluyendo, Antonio corrobora haber perdido casi un 95% de sus ventas en cuanto a la demanda más solvente de su negocio, la de las cofradías. Además, su vista hacia la próxima cuaresma 2022, no es muy positiva. “Dudo mucho que el año que viene tengamos una cuaresma tal y como la conocemos sabiendo como están las cosas. Ojalá” Un argumento que hoy, parece duro, pero bastante realista.