Actualizado: 10 jun 2021 / 14:18
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El artista e imaginero nazareno, Antonio Luis Troya Román, acaba de finalizar su última obra, que se trata de un Ecce Homo de busto, cuyo destino será una hacienda privada. La escultura se encuentra tallada en madera de cedro y policromada al óleo.
En esta obra, la imagen de Cristo aparece labrada hasta el pecho, con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, al lado derecho, la boca entreabierta y los ojos color miel. En referencia a la corona de espinas, posee pinchos largos y afilados entre los que se observa sangre de sus sienes y frente.
La corona de espinas deja ver heridas de las que emana sangre en sus sienes y frente
Por otra parte, el cabello, por la propia inclinación de la cabeza, se aprecian mechones pegados al rostro, pero dejando ver el mismo. La barba también es muy elaborada, finalizando en forma bífida.
Por último, el busto posee un sudario o perizoma ceñido al cuerpo, recogido de forma sencilla.
En cuanto a la policromía, está realizada íntegramente en óleo desde el propio estuco, a base de transparencias, veladuras y pátinas, acentuando todos los detalles de la Pasión.
En palabras del propio autor, “cuando realizó una imagen solo tengo un objetivo claro, que la imagen tiene que tener unción divina, tiene que trasmitir, emocionar e invitar a rezar. Me siento orgulloso y nervioso a partes iguales cada vez que termino una obra, como si fuera mi primera obra”.
