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Actualizado: 17 jun 2018 / 21:00 h.
  • El capirote de rejilla, a la derecha, se ha impuesto al convencional de cartón. / Javier Cuesta
    El capirote de rejilla, a la derecha, se ha impuesto al convencional de cartón. / Javier Cuesta

La innovación también llegó para quedarse al mundo de las cofradía y concretamente al de los capirotes. Hasta hace pocos años lo habitual que era que todos los capirotes de los nazarenos estuvieran hechos de cartón. Son varios los comercios tradiciones de la ciudad especialistas en hacer capirotes.

No se trata de una tarea fácil y en la mayoría de ellos, a no ser que hiciera falta un servicio exprés por alguna emergencia de última hora, era necesario que te tomaran medidas de la cabeza para volver varios después a recoger el capirote terminado. Al ser una obra de artesanía, por sencilla que parezca, no se podía hacer sobre la marcha si había mucha demanda. Era necesario coserlo bien, ponerle el forro y también coserle bien la badana para que no sufra demasiado la frente del penitente.

Todo este mundo artesano, prácticamente, ya es historia. Aunque muchos sigan prefieren el capirote habitual de cartón, el de rejilla se ha impuesto de forma aplastante. Las ventajas de este capirote son para muchos nazarenos, más que obvias: pesa menos, transpiran mejor y es ajustable a la cabeza ya que está cerrado con velcro. Si aprieta se agranda y si está grande, se cierra un poco. Así de fácil. Este capirote, además, es mucho más sencillo de guardar en casa porque se puede doblar sin problema alguno, así que no hace falta buscar estrecho y alto en el armario en el que guardar el capirote convencional de cartón.