Triana ya siente el peso enfervorizado de la “Madrugá” sobre su alma. Nuestra Señora de la Esperanza ya ha sido elevada a ese altar itinerante que es su paso de palio, en el que navegará hasta Sevilla sobre la devoción de la muchedumbre el próximo Viernes Santo. Revestida por Francisco Javier Hernández Lucas, la Señora de Triana y de Sevilla porta la saya y la toca bordadas por las hermanas Martín Cruz en 1968 y 1965 respectivamente, y saldrá con el manto popularmente conocido como el de “Los Dragones”, diseñado por José Recio del Rivero y bordado por Esperanza Elena Caro entre 1947 y 1948, por lo que se cumplen setenta y cinco años de la conclusión de su hechura.
El tocado es de raso marfil del siglo XIX, bordado en oro a base de canutillos, lentejuelas, mingos y otras piezas, realizado por el bordador Julián Torres. Igualmente, la Esperanza de Triana estrena el pecherín, donado por un devoto. Aún no luce la presea de oro que labrasen Juan Borrero y Francisco Fernández en Orfebrería Triana con motivo de su coronación canónica pontificia en 1984, pero porta en estos momentos la que crease en 1963 Jesús Domínguez en plata sobredorada.
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