La Muestra Nacional de Artesanía Cofrade, que eso es lo que significa el acrónimo Munarco, fue un intento de la iniciativa privada de promover en Sevilla una exposición de enseres cofrades tanto de hermandades hispalenses, como de cofradías de toda Andalucía y de algunas Semanas Santas del resto de la geografía española. Este evento, que a la vez servía de escaparate para la promoción de numerosos artesanos que ejercían su trabajo a la vista del público, empezó a celebrarse con éxito de público en el año 1997 en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (Fibes), bajo cuya cúpula central se situaba uno de los grandes alicientes de la muestra: un paso de palio sevillano montado al completo a excepción –claro está– de la imagen titular. Por el Palacio de Fibes desfilaron palios como el de la Virgen del Rocío de La Redención o el de la hermandad de La Carretería, entre otros. A la par que conocer tronos, pasos y tradiciones de otras Semanas Santas de España, los visitantes a esta muestra podían asistir, a cambio del pago de una entrada, a conciertos de bandas y agrupaciones musicales en directo y, al tiempo, degustar una torrija y otros productos cuaresmales en el área de servicio. Pero tras varios años de celebración en el Palacio de Exposiciones y Congresos, la muestra se vio obligada a cambiar su sede, iniciando una ruta itinerante por diversos escenarios: primero pasó a celebrarse en las Reales Atarazanas (2005), luego en la Catedral (2006) –lugar al que fue trasladado el Cristo de la Archicofradía de la Misión, con el misterio al completo, para su participación en el evento– y por último en un lugar tan excéntrico como el Estadio Olímpico de la Cartuja (2007), hasta que, desde el año 2008 dejó de realizarse por falta de patrocinadores. Munarco se celebró durante once ediciones.