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Actualizado: 07 jul 2022 / 12:32 h.
  • Los Servitas palaciegos quieren sacar su nuevo misterio en 2024

En la Hermandad de los Servitas de Los Palacios y Villafranca -cuyos titulares son el Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de los Dolores- había tantas ganas de cambio en los últimos años, que al cabildo extraordinario del pasado lunes acudieron 222 hermanos dispuestos a votar la propuesta de la junta de gobierno encabezada por Manuel Flores de reformar absolutamente el paso del Cristo. La respuesta no pudo ser más contundentes: 211 votos a favor de esa reforma, 10 en contra y una abstención. “Nuestra intención es darle mucha más visibilidad a un Cristo que tiene casi 500 años y que los palaciegos no conocen porque solo ven la urna”, ha explicado el hermano mayor a este periódico. Ahora dependerá de las posibilidades financieras, pero el deseo de la junta de gobierno es que el nuevo misterio salga a la calle en la Semana Santa palaciega de 2024. “En todo caso”, ha apuntado Flores, “antes de que termine mi mandato, en 2026”.

Los Servitas palaciegos quieren sacar su nuevo misterio en 2024

El encargo se ha puesto en manos de un viejo conocido para la Hermandad, el escultor sevillano José María Leal Bernáldez, que ya les facturó su Santa Ángela de la Cruz, restaurada, por cierto, hace menos de dos años.

El artista Leal Bermúdez -de la escuela del maestro Buiza y alumno de Miñarro y Santos Calero- tiene con este proyecto palaciego un gran reto por delante, pues será él mismo quien realice también las cinco imágenes secundarias que acompañarán al Señor en ese instante evangélico en el que van a darle sepultura. El momento lo relata San Juan: “Fue también Nicodemo –aquel que anteriormente había ido a verle de noche- con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar”. Alrededor de la figura central del Señor muerto, se han podido ver ya, en un boceto en barro, el resto de personajes: José de Arimatea, Nicodemo, San Juan Evangelista, Santa María Magdalena y María Solomé. La escena, con la cruz vacía detrás de todos los personajes bíblicos, contará con dos alturas: una primera con el Cristo flanqueado por Nicodemo y José de Arimatea y la Magdalena en el suelo, y una segunda –más alta- con María Salomé y San Juan Evangelista. “Desde todas las perspectivas se va a contemplar claramente al Señor”, ha advertido Flores, “y no como antes, que solo podían verlo quienes estaban en un balcón”.

El paso también seguirá siendo el mismo de siempre. “Nuestro paso es una joya”, insiste el hermano mayor. A los pies de la cruz se situarán dos ángeles pasionistas y el pelícano que antes estaba encima de la urna. Todas las tallas estarán confeccionadas en madera de cedro. Colocadas de manera piramidal, alcanzarán una estatura de 1,70 metros. “Si en barro ya impresiona el misterio”, dice Flores, “cuando las imágenes estén policromadas y con los ropajes de la época, será espectacular”.

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