Según mis cálculos (bastante exactos, por cierto, puesto que todos los meses los padezco sin remedio) una hipoteca media contratada por una familia media, con una subida brutal del precio de la luz a cuestas media, con facturas del gas sobre la mesa que parecen cosa de ciencia ficción por importes dentro de la media, entre otras cosas, va a costar la salud a más de un padre o una madre. De momento, desde que ha comenzado todo este lío de la subida del Euribor, la cosa es que se pagan cerca de 700 euros más al mes. Y esa cifra es muy importante aunque una nimiedad comparada con lo que llega. ¿Qué familia puede soportar esto sin despeinarse? Si la subida llega a ser, de media, de 1200 euros (lo será) ¿quién va a pagar eso? Les recuerdo que a los 1200 euros de los que hablo hay que sumar lo que ya se pagaba al mes. Y los recibos de la universidad, y una cesta de la compra imposible, y la gasolina (algunos, eso y la letra del coche que ahora se ha convertido en una carga insoportable), y la luz, y el gas, y la ropa de vestir, y los teléfonos móviles, y...
La señora Lagarde no debe pagar hipoteca. Y no parece tener claro que está destrozando la economía de miles de familias. Y que el consumo se va a desplomar. Y que tal vez se les está yendo de las manos (como siempre) eso de tomar medidas correctoras. La economía está muy bien aunque siempre se encuentra a años luz del monedero de las madres.
En cualquier caso, vamos a pagar el pato los de siempre, vamos a pasar las de Caín los mismos, y (esto es lo más gracioso) será gracias a los de siempre por lo que se saldrá de esta.
Las noches son más largas porque el sueño se concilia mucho peor, ir al súper para hacer la compra es todo un reto y no puedes ir sin las gafas ‘de cerca’ porque hay que ver precios y elegir con cuidado, recibir la factura del gas un susto, la de la electricidad un principio de patatús y, así, todo.