En la semana en que la gran verdad miarma, es la magistral frase del Doctor Criado, o sea “para ser feliz hay que ser sevillista”, me ha venido a la memoria García Trevijano, cuando afirmó que el constitucionalismo político olvidó semánticamente la humillación, como se inventó el consenso.
Pedro Sánchez es fiel al sí es sí. Sería injusto no reconocerle que rescató al PSOE de su peor momento, justo el que siguió a la defección de Rubalcaba; como no convenir en que lo dejará peor que quien inventó lo de Emérito para el Borbón abdicado.
Cerca de dos millones de ciudadanos lo harán por correo, bajo el mantra de “no quieren que votemos”, que ya ha empezado a esgrimir mi siempre admirado Elías Bendodo, lejos de la Alcaldía de Málaga, que como Institución parece tomará sepultura junto a su eterno Paco de la Torre.
Pedro Sánchez convoca las elecciones con trampa. Pasa por caja de los medios de comunicación, con una nueva derrama de 440 millones de euros en publicidad institucional, pero olvida que Feijoo, puede prometer y promete mucho más.
Se va, en un último acto shakespeariano, rematando a sus dos irredentos enemigos. Ya lo decía Felipe González. Si uno desea seguir, no es por perpetuarse, sino por la irresponsabilidad de dejar que otro se ocupe de lo tuyo.
Y así, cercena de raíz la meteórica carrera de Isabel Díaz Ayuso, lo que a Casado le costó el puesto. Y no se olvida, por último, de Susana Díaz, a la que vuelve a asestar otra humillación más, apartándola de la Diputación Permanente del Senado y de paso desnudándola ante la Platea.
La historia es circular y de laberintos borgianos y Sánchez ha prescindido de contarnos en qué cambiado esta sociedad, algo que sí caló en los gobiernos de Felipe González o del de la ceja. Y así no hay forma de ganar, no ya las elecciones, sino la historia.
Ya afirmé en su día que Pedro Sánchez es el Presidente socialista más de derechas que haya hecho jogging por los jardines de la Moncloa y sería eso lo que no le dejaba dormir cuando se le aparecía Pablo Iglesias.
Y ahora la Secretaría General de la OTAN. Vamos, un títere en manos de los americanos, en esa Guerra Mundial encubierta que le han declarado a Putin.
Respecto a Ayuso, ya veremos qué destino le aguarda con un amigo de narcos como Presidente.
En cambio, los pocos partidarios que antaño resistieron junto a Susana Diaz son los que mejores resultados han obtenido en las elecciones locales. Así en Chiclana como en los cielos.
Visto lo visto, Juan Espadas, que ha sido el único Alcalde sevillano que ha oficiado como tal en la tumba de D. Diego Martínez Barrio un catorce de Abril, debió ser más tibio con Susi. Y apena que el Antonio Muñoz que recita los versos de nuestro único Nobel Vicente Aleixandre, pase a los asientos delanteros del AVE dirección la corte madrileña.
“Pedro Sánchez es un psicópata”, dijo su profesor de tesis Cortés Elvira. Nada que no haya confirmado el tiempo. Y eso que son casi un tercio de la población, taimados entre reputados profesionales o sacamuelas.
Como dijera Leonidas de Esparta a su jorobado traidor, “ojalá vivas para siempre”.
Eso me juran haber oído -la mañana de la nueva convocatoria electoral- en el trianero barrio de León...