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Actualizado: 25 feb 2021 / 06:32 h.
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  • Exposiciones

Ayer tuve la oportunidad de conocer de primera mano la exposición ‘In Nomine Dei’ que estará toda la Cuaresma en la sala Cajasol de la Plaza de San Francisco.

Poder disfrutar en un mismo edificio de una muestra enorme de lo mejor de nuestro arte sacro es digno de alabar, pero también terminas molesto por la no existencia de un museo de la Semana Santa sevillana.

La exposición tiene lo mejor de lo mejor de todas las hermandades de Sevilla. Todas se han prestado para enriquecer uno de los platos fuertes de la Cuaresma.

Poder ver de cerca los techos de algunos palios, las coronas de oro, los puñales y hasta las sayas, hace que se valore aún más el patrimonio que tienen las cofradías y que guardan con mimo generación tras generación.

Esta exposición va a abrir de nuevo el debate sobre el tan necesario museo global de nuestra semana mayor. Cada vez es más necesario, no sólo para el turista, también para que las hermandades tengan sus tesoros a buen recaudo y con unas condiciones óptimas, cosa que no siempre sucede.