En febrero de 2021 los medios nos dijeron que la princesa Leonor, futura reina de España, se iba a educar en el UWC Atlantic College, un prestigioso internado situado en Gales (Reino Unido). La princesa tenía que salir del círculo familiar y de esa zona de confort pasó a otra, esta vez no familiar, que lucía un nombre en inglés, con lo que viste eso. Consultado entonces el periodista José Antonio Zarzalejos, autor del libro Felipe VI, un rey en la adversidad, manifestó que es “absolutamente natural, después de una primera fase hasta la pre-adolescencia en un colegio español y en el ámbito familiar, que la Princesa de Asturias conozca otros sistemas de aprendizaje, tenga otro estilo de convivencia, conozca a otras personas y se familiarice con otras sociedades”. Su padre había hecho algo parecido siendo príncipe. Estudió en el mismo colegio, Santa María de los Rosales, y cursó su bachillerato en el extranjero, concretamente en el Lakefield College School de Toronto, Ontario.
La monarquía española veo que tiende hacia lo anglo. Hay que saber inglés, por supuesto, los directores de las diversas sedes del Instituto Cervantes en el mundo se van a reunir próximamente. No entiendo aún el optimismo que emana de ellos con el castellano. En España está perseguido en Cataluña, Euskadi, Galicia, Baleares y Valencia. En Europa es minoritario comparado con el alemán, el italiano, el francés o el inglés. Sin embargo, aunque Inglaterra se va de la UE en la UE se habla inglés. En los congresos académicos internacionales el personal se entiende en inglés y en la universidad española quien no haya publicado en inglés o no se haya llegado por EEUU o el Reino Unido es casi un matado. Ni lo alemanes ni los franceses exigen tanto ni son tan entregados como nosotros al mundo anglo. El rey Felipe VI cursó un máster en Relaciones Internacionales en la Edmund Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown, en Washington DC.
A Ramón Tamames le preguntaban en la moción de censura por Europa, que hablara de Europa. Y él dijo que vale pero que le interesaba tanto o más Hispanoamérica, que dónde habían quedado esos planes de 1992 para crear una gran comunidad hispanoamericana o iberoamericana. En América Latina han esperado mucho tiempo que España sea el puente entre ellos y Europa y nosotros enviando a nuestros herederos a la corona a estudiar en el mundo del inglés, menos mal que, en el caso de Leonor, el País de Gales, en el que he estado, no es Inglaterra, al menos la princesa ha visto un ambiente no tan estirado. Pero la niña -y perdonen esta falta de respeto aparente que no es tal- se ha crecido demasiado con eso de que va a ser la reina de España y -cosas de niñas- ha tenido problemas en sus enseñanzas si hacemos caso a lo que ha publicado el diario El Nacional.
Según este medio, que a su vez se hace eco de lo que han publicado otros, la princesa española está pasando con más pena que gloria por el internado galés. De hecho, no está dejando ningún tipo de huella en sus compañeros y compañeras, y no se puede decir que se caracterice precisamente por tener muchos amigos. “Leonor se ha pasado dos años sin salir de la hoja de ruta, no vaya a ser que la viéramos despendolada. Pero parece que le ha pasado factura de cara a sus amistades... Eso y su carácter”, afirma el diario. Por lo visto, ya en el colegio español había tenido una actitud arrogante. “De ahora en adelante, tendréis que hacerme la reverencia”, cuentan que les dijo a unas compañeras. Y es que Leonor no solo no ha rebajado sus humos, sino que, según el citado medio, “no ha cambiado de comportamiento en Gales e incluso en ese lugar tiene pocos amigos, pues habría mostrado una actitud arrogante aunado a que está rodeada de seguridad, lo que espanta cualquier vínculo con otros estudiantes“.
A mí no me parece tan extraño, es muy joven y en su educación española era una niña, el 31 de octubre cumplirá 18 años, la arrogancia le irá disminuyendo a pesar de que la psicología nos dice que con 4 o 5 años la personalidad ya está formada. Pero queda la educación que, como aseguró Freud, es un factor que reprime impulsos. Vaya también en su descargo que las medidas de seguridad de que está rodeada no le hacen la vida tan fácil como a otros alumnos. Ahora, doña Leonor va a iniciar su educación militar, en agosto, comienza tres años de educación militar, no olvidemos que ostentará el mando supremo del ejército. Después, o al mismo tiempo, desarrollará sus estudios universitarios.
De todas formas, alguien le debería hacer saber -si es que no lo han hecho ya- que estos no son buenos tiempos para la Casa Real española, que ya no estamos en aquellos días en los que a los periodistas no nos dejaban criticar en absoluto a la monarquía. Ahora el asunto ha dado un giro de casi 180 grados. España está gobernada por enemigos de la monarquía, así que menos humos, princesa.