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Actualizado: 22 feb 2023 / 15:31 h.
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  • La Isla de las Tentaciones no es el reflejo de lo que son los jóvenes españoles

Ayer, casi un millón de personas (10,6 por ciento de share) estuvieron frente al televisor para ver el quinto debate de La Isla de las Tentaciones, un reality que consiste en estar de fiesta, beber y poner los leños a tu pareja. Eso supone casi cuatro millones de contactos únicos. Es decir, a los telespectadores (concretamente a los jóvenes que ven televisión) les gusta el programa y acuden a la cita cada día de emisión.

Todo eso estaría muy bien si no fuera porque el programa es terrible, estúpido, superficial e inútil. Es un programa que consiste en que asistamos a infidelidades, fiestas y más fiestas, escarnios, momentos trágicos y dolorosos, y momentos de pasión desatada (todo ello sin ton ni son, sin sentido alguno salvo el beneficio que tratan de obtener los jóvenes participantes a modo de colaboraciones en televisión). El programa roza lo obsceno y sobrepasa cualquier límite de lo que ha de ser el entretenimiento.

Se han podido ver desmayos, faltas de respeto inexcusables y momentos surrealistas. Algún participante ha sido capaz de llorar y un minuto después ser infiel, algún otro ha reprochado a su pareja una actitud cariñosa en exceso con la mano en el culo de eso que ellos llaman tentación...

¿Es todo esto un ejemplo de algo que le pueda servir a cualquier joven? ¿Vale todo si con ello se consigue presencia en televisión y un puñado de seguidores en redes? ¿Esto forma parte de la realidad o es una forma de distorsionarla hasta el extremo sin sentido alguno?

No creo en la moralina y no me gusta repartirla en ningún caso, pero creo que es importante saber lo que está bien o lo está mal, es imprescindible que no se confunda la realidad y las normas básicas que la mantienen en pie con una ensoñación absurda y vacía.

Los jóvenes son mucho más que eso que nos enseñan en programas como este. Estudian, se esfuerzan para hacer las cosas bien, saben lo que significa el respeto por los demás y por sí mismos, trabajan, piensan en un futuro lleno de éxitos y con poder colaborar al bien común... No solo están de fiesta a todas horas o poniendo los cuernos a la pareja sin parar.

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