Una noche sin riberas...
Termina el año y aumentan las incertidumbres. Ya sabemos que 2021 va a parecerse demasiado a este infausto bisiesto de 2020 que ha cambiado –a peor- nuestras vidas. Ahora tenemos otras certezas: la solución a este descalzaperros, que ha costado tantas vidas y ha hundido irreversiblemente nuestra economía, no está cerca. Hay que ampliar la perspectiva más allá de ese inminente 21 que podríamos recibir encerrados en nuestras casas y, en tantos casos, lejos de los nuestros. La pregunta es... ¿Se pueden dar toros? Las intermitencias del año que ya pide la cuenta han demostrado que sí. Pero con muchos matices y una buena ración de valentía.
En cualquier caso, los esquemas conocidos han quedado pulverizados. ¿Se puede montar un abono, contratar a toreros, reseñar ganaderías... pensando en varios meses vista, en una feria al uso? Rotundamente no. La experiencia de 2020 ha enseñado que, como en la Bolsa, sólo se puede operar en corto en función de los vaivenes de la pandemia, los plazos de confinamiento y hasta de ese estado de alarma que ya nos condena hasta mayo. El ejemplo más cercano lo tenemos en este puente de los Santos: se tenían que haber celebrado tres corridas de toros en Andalucía que tendrán que esperar mejor ocasión.
El vigente cierre perimetral afectaba de lleno a las localidades serranas de Constantina y Ubrique, meta final de los dos festejos de la ‘Gira de Reconstrucción’ de la FTL que ya habían sido trasladados desde Aracena y El Bosque. Aunque se llegaron a aventurar soluciones estrafalarias –dar las corridas sin público en los tendidos- la única salida posible era suspenderlas. Pero... ¿qué va a pasar con el resto de festejos programados en la Gira? Hay voluntad de darlos pero a estas alturas ya caben otras reflexiones a tenor de las evidencias. Hoy estamos mal pero dentro de un mes vamos a estar peor.
¿Quién me ha robado el mes de abril?
La papeleta es gorda para todos los actores del peculiar guiñol en el que se mueven las huestes del toreo pero es especialmente incierta para las empresas, obligadas a operar en esa distancia corta si verdaderamente están dispuestas a dar toros. Todo ello, además, dejando demasiados flecos abiertos a la Providencia... Los esquemas pretéritos no valen. A partir de ahí podemos hacernos algunas preguntas. Una de ellas ya la formuló Carlos Crivell hace algunos días en ‘Aplausos’: ¿Habrá Feria de Abril en 2021? El artículo avanzaba algunos datos interesantes para saber el terreno en el que podría moverse la empresa Pagés el próximo año después de una campaña, la de 2020, que terminó el mismo día que fue presentada.
Hay que partir de algunas certezas. No habrá Semana Santa ni Feria de Abril. El Ayuntamiento ya ha suspendido la renovación de las casetas y la concesión de permisos a las atracciones de la calle del Infierno. Pero otra cosa son los toros y sus fechas, que tendrán que permanecer pendientes de la finalización de ese estado de alarma que alcanzará el mes de mayo. Desde ese punto sí podrían hacerse algunos planes. Crivell desvela que Ramón Valencia estaría dispuesto a abrir la plaza, con o sin Feria en Los Remedios. “La idea de la empresa sevillana es organizar algunos festejos, siempre que la situación sanitaria lo permita”. Es que no queda otra... Pero hay más datos: los Pagés ya habrían tomado las correspondientes medidas, presupuestos y cálculos en espera de poder abrir la plaza al 50% de su aforo y contando –ésa sería una premisa irrenunciable para hacer viable el espectáculo- con el concurso de la televisión. Las cuentas de la plaza de la Maestranza, en cualquier caso, son complejas. Todo el mundo tendría que poner de su parte...
Cultura, Vimeo y otros asuntos de calado...
Entre santos y difuntos –en el sector ha caído como una losa el fallecimiento de Pablo Lozano, enésima víctima del coronavirus- habíamos pasado por alto una noticia que tiene tufillo a regalo envenenado. Es la concesión del ‘Premio Nacional de Tauromaquia’ a la Fundación del Toro de Lidia, que sucede a Paco Ojeda, Canito, la Escuela Nacional de Tauromaquia, Victorino Martín, Enrique Ponce, Juan José Padilla y el Foro de Promoción de Novilladas en la única partida presupuestaria que contempla el Ministerio de Cultura. ¿Cabe felicitarse? Pues no sabemos hasta qué punto. El galardón lo concede un ministerio comandado por el famoso Rodríguez Uribes en la era de este desgobierno psicodélico-bolivariano. El ministro no puede disimular demasiado la incomodidad que le produce pastorear este peculiar mundillo “de las sedas y los oros y la sangre de los toros” que gravita entre sus negociados desde que el difunto Rubalcaba traspasara las competencias taurinas desde Interior a Cultura.
Y hablando de Cultura, sus presupuestos vuelven a dejar al mundo de la Tauromaquia en vergonzantes bragas más allá de las migajas del premio. No, el asunto no es novedad. Pero sí lo es la calamitosa situación que atraviesa este planeta por efecto del famoso bichito que llegó de China. Pues en esas estamos, mientras seguimos encajando golpe tras golpe del ‘reich’ animalista que ahora está haciendo caer, una tras otra, las listas de vídeos taurinos de la plataforma ‘Vimeo’ por supuestos “contenidos ilegales”. La lista ya es larga y promete engordar: entre las víctimas ya se cuentan ‘Aplausos’, Diego Ventura, la plaza de Las Ventas, la FIT, el coso albaceteño, Mundotoro, Cultoro...
Nos vamos ya, hasta dentro de una semana y dejándonos abrazar por el sol infantil de este tibio otoño. Pero antes tenemos que felicitar por adelantado al gran Alfonso Ordóñez Araujo. En unos días cumplirá 82 años, pleno de lucidez y –sobre todo- venciendo con casta torera las últimas dificultades. Tendrá que celebrarlo separado físicamente de todos los suyos –las restricciones de la pandemia mandan- pero sintiendo todo el abrigo de la familia taurina sevillana. Que sean muchos más, querido Alfonso...