La ciudad de Sevilla se vacía poco a poco. En los últimos veinte años se han perdido algo más de veinte mil habitantes, eso supone (de media aunque lógicamente la pérdida ha sido irregular) que poco más de mil sevillanos buscan residencia fuera de la capital hispalense. Hay que preguntarse qué está pasando y es un error refugiarse en los buenos datos de localidades periféricas. Sevilla es Sevilla y Dos Hermanas es Dos Hermanas. Y si un solo sevillano se ve obligado a buscar acomodo en otra localidad cercana es que existe un problema.
Los cerca de setecientos mil habitantes de Sevilla la convierten en la ciudad más poblada de Andalucía, pero la disminución progresiva le coloca al borde de perder el cuarto puesto a nivel nacional. Zaragoza pisa los talones a Sevilla.
Sevilla se vacía porque, por ejemplo, el centro de la ciudad se ha convertido en una zona para turistas y el número de residentes han bajado de forma importante. Los precios de la vivienda o el uso de los inmuebles, preparados para que sean ocupados por turistas que dejan unos beneficios magros a los propietarios, hacen que Sevilla se convierta en un lugar imposible para muchos sevillanos. La gentrificación asola el centro de la ciudad y se extiende peligrosamente por otras áreas metropolitanas.
El turismo masivo y de calidad media o baja lo único que provoca es un deterioro de la ciudad que es difícil de solventar. Los servicios básicos se ven alterados (si se multiplica la población y esos servicios siguen siendo los mismos, el problema se hace intenso. No es lo mismo el consumo de agua o de los servicios sanitarios que hacen diez o el que hacen mil, aritmética pura. El centro de Sevilla se ha convertido en una especie de parque temático falto de vida. Que muchas personas caminen por la calle no significa que la zona esté viva, solo hace pensar que la zona está llena.
Los barrios no parece que estén cuidados en su totalidad. Otra razón por la que los sevillanos pueden estar buscando alternativas habitacionales. ¿Cómo es posible que las ratas sean noticias en una ciudad como es Sevilla?
Alguien podría pensar que perder habitantes es anecdótico, pero la cosa se traduce (actualmente todo se traduce del mismo modo) en euros. Las subvenciones serán cada año menores y eso redundará en menos medios para cubrir los servicios esenciales.
Este ‘efecto Venecia’ que produce el turismo masivo, o la falta de planes de vivienda social que inviten a los jóvenes a residir en Sevilla, ¿qué lo provoca, quién lo ha provocado? Hay ciudades que con otro tipo de política municipal está recorriendo el camino inverso. Cada cual que saque sus conclusiones. Por cierto, mientras el mercado laboral y la estabilidad de los puestos de trabajo no mejoren, los jóvenes tendrán que seguir escapando a Madrid o Barcelona. Y eso es una pena.