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Actualizado: 01 feb 2023 / 07:15 h.
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  • Tamara Falcó no está embarazada e Isabel Preysler se queda sin exclusiva

Uno de esos sujetos que se ganan la vida en internet –haciendo vídeos, intentando comer por la cara en restaurantes o diciendo idioteces- soltó el bombazo hace unas horas: Tamara Falcó podría estar embarazada. Es el mismo tiktoker que ya había anunciado el embarazo de María Pombo hace un tiempo. El entorno de Tamara Falcó ha desmentido la noticia y el asunto ha quedado zanjado. Nada de embarazos, ni siquiera sicológicos. Al elemento que ha mentido no le pasará nada porque ya todo vale mientras se genere tráfico en las redes. Todo esto es repugnante, tanto el famoseo como la actividad de influencers y demás hierbas.

Hubiera sido una auténtica fantasía que la noticia fuese cierta. Una mujer que dice ser cristiana hasta la médula, que defiende una moral estricta a capa y espada, viviendo con la pareja sin estar esa unión bendecida por un sacerdote (esto es, viviendo en pecado, ay, por Dios), siendo su pareja el arquetipo de infidelidad y ella embarazada fuera del matrimonio. Todo muy bien. Si a esto le añadimos el historial de mamá respecto a la vida en pareja, tendríamos un cuadro de dolor sin parangón. Qué ejemplo tan edificante. ¿Y a esta le llevan a dar charlas sobre el matrimonio o la familia? Vaya tela.

No creo yo que Tamara Falcó –teniendo la experiencia que tiene en el ámbito del famoseo y teniendo una madre experta en vivir del cuento- cometa esa torpeza. Las exclusivas tienen un orden y primero tendremos la de la boda, más tarde el posado en la casita recién estrenada por el feliz matrimonio, luego el embarazo, a continuación el bautizo... Y, mientras, la abuelita sacando tajada por esto y por aquello.

Ay, que emociones más grandes nos está regalando Tamara Falcó. Vivo sin vivir en mí.

La noticia ha sido que la marquesa de Griñón está embarazada. Ahora, la noticia es que los que viven de realizar contenidos para internet son unos patas (casi todos) y unos listillos (muchos) que ya comienzan a notar el peso de la escasez y tiran de la mentira y el disparate para estar un poco más allá que los demás. No dudan en soltar lo primero que se les pasa por la cabeza, no miden lo que puede representar eso que dicen o hacen (¿Cuántos jóvenes se ven arrasados por ese mundo de mentiras que se presenta en internet a diario? ¿Son estos mequetrefes ejemplo de algo?).

Estamos apañados si este es el futuro que nos espera.