Juanma Moreno Bonilla ya aparece como el líder mejor valorado según las encuestas. Con una imagen moderada y conciliadora se ha convertido en el gran problema que el PSOE-A quiere atajar tras las primarias del próximo domingo. Los candidatos para liderar la federación andaluza no parecen ver problemas dentro de la organización.
Luis Ángel Hierrro, un candidato a la secretaría general del socialismo andaluz que apenas tiene posibilidades de ganar; Juan Espadas que se presenta como la persona capaz de cambiar las cosas; y Susana Díaz que quiere ser la cara de la experiencia y del equilibrio frente a Ferraz; parecen dispuestos a no combatir sin sentido. En el debate que protagonizaron los tres, no hubo ataques frontales, ni grandes reproches, ni frases subidas de tono. Los candidatos quisieron dar imagen de tranquilidad ante las adversidades, posiciones claras frente al Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos, y claridad de ideas ante un futuro incierto para la federación que ha sido, desde su fundación, la más importante de toda España.
Las coincidencias son claras entre los candidatos: potenciación y sumo cuidado de la sanidad y enseñanza pública; afrontar con decisión la brecha digital; conseguir una federación más verde y más feminista; acabar con el desempleo juvenil; y lograr que Andalucía no se convierta en parte fundamental de la España vaciada. Luis Ángel Hierro suma la pretensión de subir impuestos para que los servicios sociales puedan mejorar. Nada de batallas internas que terminen de destrozar una imagen del partido que ya se encuentra muy deteriorada.
Sin embargo, la cercanía a Ferraz va a ser la gran diferencia entre candidatos. Es evidente que Juan Espadas es el candidato de Ferraz, que Susana Díaz es la candidata que no quieren ver ni en pintura en la sede madrileña del PSOE, y que Hierro está separado de cualquier órgano del partido o de la propia militancia. Esta va a ser la diferencia que marque unas elecciones que pueden resultar un verdadero desastre para Pedro Sánchez.
Las encuestas arrojan unos datos que indican con claridad que ninguno de los candidatos debe vivir estas primarias con tranquilidad.
El futuro del PSOE-A está en juego y, al mismo tiempo, el futuro de Andalucía puesto que esta formación política es esencial para el equilibrio de la región. Pronto sabremos si Sánchez multiplica sus problemas o si en Andalucía el horizonte es más claro.