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Actualizado: 19 abr 2021 / 09:05 h.
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  • Las necesidad de vacunar a la población lo antes posible

Es necesario que la agencia norteamericana y la europea del medicamento den luz verde a las vacunas de Jannsen y AstraZeneca, que no dejen lugar a duda alguna sobre sus beneficios y sobre su seguridad. De cualquier otro modo, el daño que se estará causando a la población será incalculable. Es necesario que, también, los medios de comunicación cuiden la información que afecta a un asunto tan sensible como es este.

En Europa, nos encontramos ante un problema político de enorme calado y envergadura. Mientras la EMA no ha recomendado suspender la vacunación con AstraZeneca, los países europeos se han ido sumando al grupo de los que han dejado de administrar una vacuna que se ha mostrado eficaz y segura. En Estados Unidos, sorprende que sí sea la agencia del medicamento la que haya solicitado un tiempo de evaluación.

Estamos hablando de una incidencia de entre el 0,001 y el 0,0001 por ciento de esos trombos que han aparecido a lo largo de estas semanas. El índice es tan bajo que no se puede señalar como peligro una incidencia extraordinariamente baja. En el caso de Janssen se manejan 6 casos después de administrar 7 millones de dosis. Los políticos temen los castigos electorales, pero comienza a ser ridículo y preocupante encender la luz de alarma con un número de casos tan escaso. Deberían tomar decisiones buscando el bien común sin pensar en ese horizonte de cuatro años que marca la reelección y que resulta tan perverso para las sociedades.

Los beneficios superan, con gran diferencia, los peligros que supone inyectar la vacuna a una persona. Parar la campaña de vacunación o retrasarla es un mal terrible que se traduce en muerte y dolor y, además, desconfianza entre los que tienen que vacunarse. Un auténtico desastre que ni España ni ningún otro país del mundo puede permitirse.