En Cádiz se vivió ayer como algo insólito. El Sábado Santo se rompió antes de que tocara porque la cuadrilla de la Virgen de la Soledad, a los mandos de Francisco José Benítez Rey, sufrió un golpe de calor en la plaza de San Juan de Dios. Los costaleros tuvieron que subir la rampa de la Catedral en dos tiempos, lo que demostraba la falta de fuerzas del personal. El Consejo de Hermandades y Cofradías de Cádiz, de hecho, tras reunirse con la junta de gobierno de la hermandad, apoyó la decisión de regresar por el camino más corto y sin pasar siquiera por la carrera oficial.
Fuera de la Catedral gaditana, un grupo de hombres acudieron a la llamada de la cuadrilla de la Soledad para ayudarles. El cortejo regresó con todo. La urna del Santo Entierro fue la primera que salió hacia su sede canónica, y diez minutos después lo hizo la Virgen de la Soledad, que recibió un fuerte aplauso del público congregado. Todas las hermandades gaditanas han mostrado su apoyo a la cofradía de la Soledad tras este incidente que la junta de gobierno está analizando desde hoy. Ya anoche había quienes indicaban en el seno de la cofradía que los problemas podrían deberse a una anomalía que afecta al paso de la Virgen de la Soledad, al que se le han modificado los palos.