La etimología es siempre sabia, y el hecho de que com-pañero signifique “con quien comparto el pan” se lo han tomado al pie de la letra en la cooperativa panadera más antigua de Los Palacios y Villafranca: Upanpa SL, que después de más de 40 años produciendo pan para todo el pueblo, saca de sus hornos -ahora que la competencia ha crecido- más de 2.000 kilos diarios. Este año, como por la pandemia del COVID-19 sus 35 trabajadores no van a poder celebrar la tradicional comida navideña de empresa que suele coincidir con estos días del puente, su tesorero, Francisco Manuel Begines, ha ideado una fórmula que le pareció genial desde el principio al presidente, Francisco Bernal: entregar un bono de 50 euros a cada empleado para que cada cual vaya a almorzar por su cuenta con quien quiera, familiar o allegado, con la única condición de que lo haga en un bar o restaurante del pueblo, de esos que están soportando la crisis de un modo especialmente virulento, entre otras razones por el toque de queda que les ha suprimido las cenas.
La cuenta es la misma, pero mucho más solidaria, mucho más extendida, porque este año no se juntarán en un restaurante local los 35 trabajadores de Upanpa para celebrar la Navidad, sino que lo harán por separado, aunque la celebración sea la misma, posiblemente en casi una treintena de bares palaciegos que son los que integran la lista de posibilidades para gastar el bono antes del próximo 10 de enero. Esos restaurantes no están elegidos al azar, sino que son justamente los que le compran el pan a Upampa durante todo el año. El gesto, más allá de esos 1.750 euros que “se quedarán en el pueblo”, como recuerda Bernal, tiene su profundo simbolismo si tenemos en cuenta que hablamos de pan: si tú me compras el pan, yo contribuyo a tu pan diario, es decir, a tu sustento. Pan metafórico a cambio de pan literal. Y que todo quede en casa.
“De todas formas a la comida navideña no venían todos”, recuerda Bernal, “porque estamos hablando de una profesión especial en la que tenemos a gente trabajando de noche, así que este año habrá muchos más días y más libertad“. “Al fin y al cabo no nos cuesta tanto ser solidarios porque nosotros hemos seguido haciendo y vendiendo pan a pesar de la pandemia”, insiste el presidente de Upanpa, satisfecho con la medida, “pero todos sabemos lo mal que lo están pasando nuestros paisanos de los bares”.
“Estamos no solo contentos con la iniciativa”, dice su impulsor, el tesorero Francisco Manuel Begines, “sino también orgullosos, y pensamos que la medida es imitable por otras empresas de nuestro pueblo en estas circunstancias tan delicadas”.