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Actualizado: 23 sep 2022 / 04:00 h.
  • ¿Sabes dónde está “la ciudad perdida del Gandul” en la provincia de Sevilla?

Se conoce como Mesa de Gandul a una elevación de 110 m. sobre el nivel del mar que domina la vega donde se asentó un poblado prehistórico formado por cabañas. Con el paso del tiempo, este lugar se convirtió en un asentamiento más evolucionado.

Este interesante lugar recibe el nombre de “La Ciudad Perdida de Gandul”. Algunos lo consideran dentro o parte de la mitología, pero los descubrimientos arqueológicos en la zona del Palmar de Gandul, nos “hablan” de una antigua civilización, cuyos vestigios reposan bajo el suelo alcalareño.

Datado en la Edad del Bronce, en las catas realizadas se han hallado vestigios del calcolítico, tartésicos e iberos iniciados hacía el tercer milenio antes de Cristo e incluso se hallaron ídolos similares a los hallados en “Tholos de Las Canteras”, con una característica común: sus grandes ojos.

En 1982, Fernando Amores y Víctor Hurtado descubrieron un conjunto de nichos, similares a los que encontramos en los cementerios romanos, donde se colocaban las urnas cinerarias.

Este columbario data del siglo I, tiene unos 8,20 m. de diámetro y está formado por sillares en cuña, que rodean una fosa circular excavada en la tierra, cuyo acceso es una escalera por donde se accedía a dos filas de nichos, de los que aún se conservan una docena de ellos. En su interior se halló una urna y varios vasos cerámicos y ungüentarios de vidrio.

Curiosamente, la titularidad señorial de Gandul data de la época del repartimiento de Sevilla y su alfoz, a mediados del S. XIII.

Fue concedida por Enrique II en 1369, en pago por los servicios prestados en la guerra contra el rey Don Pedro, a Mosén Arnao de Solier. Gandul ha conservado esta jurisdicción con la familia Jáuregui hasta el S. XIX.

El señorío fue elevado a Título de Castilla con D. Miguel de Jáuregui y Guzmán, que aprovechó su condición de diputado de la ciudad de Sevilla, para prestar juramento de acatamiento, en 1699, al joven Felipe V y como consecuencia, obtener del monarca el título de Marqués de Gandul, en pago a su reconocimiento como rey.

Un lugar que puede ser desconocido para nuestro lector pero donde merece –mucho- la pena hacer una excursión y descubrirla.