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Actualizado: 20 may 2022 / 12:32 h.
  •  José Sánchez Prieto, ‘Pepe el Carpintero’.
    José Sánchez Prieto, ‘Pepe el Carpintero’.

El Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe va a bautizar esta tarde la plaza ubicada entre los conjuntos 20, 21 y 22 de Ciudad Aljarafe con el nombre de un vecino que, hasta que murió el año pasado, siempre pensó más en los demás que en sí mismo. Se llamaba José Sánchez Prieto, pero en el barrio al que llegó desde Sevilla en 1976 todo el mundo empezó a conocerlo como Pepe el Carpintero. Era realmente carpintero y trabajaba en el polígono Hytasa haciendo las carteleras de cine que luego se llevaban por media Andalucía. Sin embargo, un accidente lo retiró prematuramente y entonces, en vez de dejar de trabajar, se dedicó más intensamente a convertir su recién nacido barrio en lo que fue finalmente: una sociedad cada día más cohesionada en la que no necesitó ni presidir la asociación vecinal para implircarse como el primero en ella.

“En aquella época yo tenía 12 años”, recuerda hoy una de sus tres hijas, Mari Luz, “y aquí siempre teníamos problemas porque no llegaba el agua, porque cortaban la luz y porque el centro del pueblo nos pillaba muy lejos”. Pepe, que tenía ya entonces tres niñas y dos niños, era uno más de los que se armaban con peroles y cacerolas para plantarse en la puerta del Ayuntamiento para exigir que se tratase a los vecinos de Ciudad Aljarafe como a todos los demás. “Mi padre luchó mucho por conseguir lo que tenemos hoy, así que a nosotros nos llena de orgullo que hayan pensado en él para nombrar esta plaza, aunque también haya otras muchas personas que lo merezcan”, ha dicho Mari Luz horas antes del acto de inauguración de esta tarde, a las 20.00 horas, en el que intervendrá la viuda de Pepe, Dolores Morilla, y una de sus nietas, Sandra; el alcalde de Mairena, el socialista Antonio Conde; la concejala de Servicios Urbanos y Sostenibilidad, Otilia Padial; y el actual presidente de la asociación vecinal Los Olivos, Leo Benítez, que fue la persona de quien partió la idea del homenaje cuando, en la sede de la asociación, se dio cuenta del común denominador en los cientos de fotografías que había por las paredes: en todas aparecía Pepe el Carpintero haciendo algo. El Ayuntamiento recibió de buen grado la idea de rotular la plaza, y cuando pidió que se recogieran firmas para que fuese una petición popular no faltaron las rúbricas.

“En la época de mi padre no había redes sociales ni nada de esto”, recordaba hoy otra de sus hijas, “pero la gente estaba mucho más unida que hoy”. Esa idea la desarrollará esta tarde su nieta Sandra, orgullosa de la labor de su abuelo en un barrio en el que todo el mundo recuerda todavía sus brillantes ideas, la organización de las primeras Cabalgatas de Reyes Magos, los pasitos infantiles de las Cruces de Mayo, los partidos de fútbol, etc. “Recuerdo que cuando el pasito que hizo él ganó el concurso, hace un montón de años, tuvo el gesto de decir que el dinero del premio se repartiría entre todos los chiquillos porque el mérito era de todos por igual”, señala Mari Luz, emocionada por el hecho de que el nombre de Pepe el Carpintero se eternice a partir de hoy en la plaza de todos.