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Actualizado: 16 dic 2020 / 04:00 h.
  • Tomografía computerizada de alta definición en un hospital. / EFE
    Tomografía computerizada de alta definición en un hospital. / EFE

El director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, ha advertido de las consecuencias de la pandemia provocada por la COVID-19 en la detección y tratamiento de otras enfermedades y ha apuntado a un potencial incremento de la mortalidad por este motivo.

"En los próximos años, muchos países registrarán un aumento del 10 por ciento en la mortalidad del cáncer de mama y del 15 por ciento en el cáncer colorrectal", ha trasladado el experto, que ha insistido en este "daño colateral inaceptable" de la alerta sanitaria que aún afecta al mundo.

Kluge ha participado en la webinar de la Cátedra de Cronicidad de la Universidad de Santiago de Compostela, en el que ha abordado los efectos y consecuencias del coronavirus y las restricciones implantadas para controlar a la COVID, con una conclusión clave: "El confinamiento aplastó al virus, pero también a la gente".

El aplazamiento de citas y pruebas ha afectado al cuidado de las enfermedades crónicas, una cuestión que preocupa al director para Europa de la OMS. El experto ha insistido en que estas víctimas no habían fallecido con una adecuada "monitorización y detección temprana de cánceres curables".

Factores de riesgo

Precisamente, Europa ya era la región más afectada de todo el mundo por las enfermedades crónicas (cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes), la causa principal de muerte y discapacidad. "Un 80% de los fallecimientos por esta causa y más de dos tercios de las enfermedades de este tipo a nivel mundial ocurren en la región europea de la OMS, lo que es muy significativo".

Estas enfermedades crónicas están asociadas, según ha añadido, con "factores de riesgo conductales", como es "el tabaquismo, el sedentarismo, las dietas insanas y, por supuesto, el consumo nocivo de alcohol", además de afectar más a los grupos socioeconómicos menos favorecidos y a los hombres, "algo que también sucede con la COVID-19" .

Por otro lado, Kluge ha señalado "evidencias" de que estas enfermedades "empeoran con el estrés y los cambios en conductas normales y sanas". "En nuestra región, que engloba a más de 53 países miembros, 7 de cada 10 han denunciado alteraciones parciales o totales de los servicios de hipertensión y monitorización y más de la mitad, alteraciones en áreas de cuidado de la diabetes".

No abandonar la prevención

Finalmente, ha realizado un llamamiento a los diferentes territorios a no abandonar la prevención y gestión de las enfermedades crónicas en estos momentos y ha instado a aprender de las lecciones de la pandemia.

"Necesitamos sistemas sanitarios sólidos, que permitan mejorar la salud y que se deben basar en los servicios de atención primaria", ha considerado, buscando además "una relación recíproca entre salud y economía, entre vida y sustento", concluyó.