Naproxeno y Esomeprazol son dos de los medicamentos más comunes en los hogares españoles, en las indicaciones del mismo se indican los posibles efectos secundarios que tienen y, a su vez, se matiza «tomar bajo supervisión médica».
De esta forma el esomeprazol es utilizado para disminuir la producción de ácido en el estómago.
Es de la familia del omeprazol, más común, y tiene un efecto sensiblemente mayor en el tratamiento de úlceras gastroduodenales, además de prevenir el daño gástrico causado por los antiinflamatorios.
Tomarlo en exceso puede reducir los niveles de vitamina B12 y magnesio pudiendo influir en la aparición de la osteoporosis.
El naproxeno es un antiinflamatorio de tipo no esteroide que puede provocar problemas cardiacos y circulatorios tomándolo de forma abusiva.
A los efectos secundarios se añaden ahora que “se ha observado nefritis tubulointersticial aguda (NTI) en pacientes tratados con productos que contienen esomeprazol y naproxeno, y puede aparecer en cualquier momento durante el tratamiento. La nefritis tubulointersticial aguda puede evolucionar a insuficiencia renal. En caso de sospecha de NTI, suspender el tratamiento con el medicamento e iniciar inmediatamente el tratamiento adecuado”.
Se aconseja siempre la ingesta de los mismos bajo control médico y en las dosis adecuadas en función de los tratamientos descritos. Cuidado con ello y no se automedique.