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Actualizado: 05 ene 2022 / 21:39 h.
  • En busca de la sonrisa escondida
    Fotos Jesús Barrera
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El 5 de enero debería ser considerado como el día mundial de la ilusión. Es un día mágico en el que los mayores se reencuentran con su niño interior que todos llevamos dentro. Recuerdas esa mano que te llevaba a coger caramelos y esos hombros sobre los que te subías para poder ver bien las carrozas.

Hoy Sevilla se ha vuelto a encontrar con esa ilusión. Una ilusión que nos hurtó el coronavirus el año pasado y que tanto añorábamos. Estábamos faltos de ella y se ha notado.

Ha sido día de primeras veces. Todos hemos vuelto a ver la Cabalgata tras la pandemia. Algunos la han visto con conciencia por primera vez y otros han descubierto un mundo de magia e ilusión que se repite cada cinco de enero.

Todo era igual, pero parecía diferente. El público llevaba la mascarilla, pero no ha sido impedimento para poder contemplar las caras de asombro de los miles de sevillanos que salieron al encuentro de la Cabalgata.

También estaba el tío con más años que la Giralda y que lleva un paraguas para coger todos los caramelos. Esta persona se dio cuenta del ridículo que estaba haciendo y no duró con el chisme abierto ni dos carrozas.

Volvieron a volar los caramelos, las pelotas, las gominolas, el confeti y los globos de Pepa Pig, Bob Esponja, Pikachu y otros muchos personajes de las series infantiles del momento.

El Ateneo volvió a volcarse con su ciudad con un despliegue digno de agradecer. No será la Cabalgata más moderna ni más actual, pero es la de Sevilla y son palabras mayores.

Volvimos a ver a esos niños que tiraban caramelos de uno en uno. A los mayores que no tiraban nada porque se habían volcado en la salida. A los que, con una pelota en la mano haciendo el amago de tirarla, ponían en pie al respetable para tratar de alcanzarla.

Hoy Sevilla se ha reencontrado con Sevilla. La Cabalgata ha hecho de autopista cuyo final es la mañana del seis de enero. La mañana donde los sueños se hacen realidad, aunque hoy hayamos soñado despiertos.