Ultraje sin sentido a la memoria de Bécquer

La placa que le recordaba en la Venta de los Gatos, en la avenida Sánchez Pizjuán, ha sido arrancada y robada por unos desconocidos, casi un siglo después de ser colocada

El lugar donde se encontraba la placa hasta hace unos días.

El lugar donde se encontraba la placa hasta hace unos días. / Fermín Cabanillas

Fermín Cabanillas

Si hay sucesos que no tienen sentido alguno, uno de ellos es el que se ha conocido este miércoles, relacionada con la memoria del mayor poeta que ha conocido el romanticismo español, que, además, era sevillano.

La presidenta de la asociación ‘Con los Bécquer en Sevilla', Pilar Alcalá, ha denunciado el robo de la placa de mármol que señalaba el lugar donde Gustavo Adolfo Bécquer ubicó su obra ‘La venta de los gatos’. Sin explicación alguna, la placa ha sido arrancada del lugar donde se encontraba, culminando el ultraje que se fraguó años atrás, cuando lo que hoy es un edificio sin uso alguno fue pintado completamente, y alguien debió pensar que no pasa nada por cubrir con una capa de pintura amarilla un recuerdo a una de las figuras culturales más importantes del siglo XIX.

En recuerdo a una obra indispensable

‘La venta de los gatos’ fue publicada en 1862, y el lugar que la inspiró estaba marcado desde 1928 estaba marcada con esa placa de mármol,

como un lugar de culto para los seguidores del poeta sevillano.

Sin embargo, ha ha sido arrancada y robada de la fachada del edificio, que se encuentra en la avenida Sánchez Pizjuán de Sevilla capital, en el antiguo camino del cementerio de la ciudad, un lugar que a Bécquer «inspiró una narración muy hermosa, que en realidad era una evocación de la ciudad, la que Gustavo recorrió antes de irse a Madrid con ansias de triunfar”.

En torno a la venta, que a mediados del siglo XIX estaba casi a las afueras de la ciudad, ha crecido la barriada de «Las Golondrinas», con calles y plazoletas dedicada al poeta y su obra, e incluso cuenta un busto en una rotonda que fue inaugurado en mayo de 1973, justo en un lateral del edificio donde se encontraba la placa, que hace años se quiere recuperar para la ciudad como punto cultural relacionado con la obra del poeta.

La placa que recordaba la importancia de la venta fue inaugurada el 8 de febrero de 1928, donada por el marmolista José Suárez Durán, con el texto: “En esta casita, en tiempos pasados, venta andaluza ocurrieron las escenas célebres de fiestas, de amores y tragedias que inspiraron al insigne sevillano, el gran poeta Gustavo Adolfo Bécquer, su famosa leyenda. Los admiradores del poeta pusieron esta lápida para perpetuar y recordar este romántico recuerdo.

En el libro narraba la historia de amor de una pareja vivida en esta venta, ubicada, como indicaba su texto, «en Sevilla, y en mitad del camino que se dirige al convento de San Jerónimo desde la puerta de la Macarena, hay, entre otros ventorrillos célebres, uno que, por el lugar en que está colocado y las circunstancias especiales que en él concurren, puede decirse que era, si ya no lo es, el más neto y característico de todos los ventorrillos andaluces».

Sin visos de ser recuperada

Desde hace varios años la venta está en manos privadas, y la asociación que dirige Alcalá y varias personas más a título personal han intentado que el Ayuntamiento la asuma como un edificio más a proteger de la ciudad, igual que en su día adquirió la casa de Luis Cernuda, en la calle Acetres, “porque no queremos que se pierda igual que se perdió la casa natal de Vicente Aleixandre”.

La asociación pretende dar toda la protección posible a esta antigua venta, que llegó a ofrecerse a la venta en páginas de internet por unos 400.000 euros. Ni el Ayuntamiento de Sevilla ni los propietarios actuales del edificio parece que tengan mucho interés en recuperar ese legado del poeta, y puede que el robo de la placa sea el prólogo de la muerte anunciada de un lugar que solo unos pocos defienden para que no se pierda.

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