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Actualizado: 26 may 2020 / 09:54 h.
  • Cumbres borrascosas...

Una semana sin respiro

La filtración –imaginamos que interesada- del borrador del decreto normativo que persigue “abaratar” la organización de ciertos festejos taurinos en Andalucía acabó dando un sesgo inesperado a la intensa semana taurina que quedó atrás. Ya veremos porqué. Todo había empezado con la convocatoria de un “paseo taurino reivindicativo” por un indeterminado grupo de profesionales y aficionados de Sevilla sin agrupar bajo ningunas siglas. Dicha convocatoria era paralela a la organizada en otras ciudades españolas con el telón de fondo de las lamentables declaraciones de Pablo Iglesias y el sangrante ninguneo al sector por parte del ministerio de Cultura. Los ánimos, lógicamente, estaban más que exaltados y la hoguera, alimentada por las dificultades para acceder a las prestaciones prometidas al mundo de la cultura y el espectáculo.

Pero el famoso paseo, sin convocantes conocidos oficialmente, empezó a oler a suspensión desde el minuto uno. Prácticamente sin solución de continuidad se organizó la famosa cumbre de figuras en la nueva finca de Roca Rey, la hacienda de Gerena que había pertenecido a una de las hijas del magnate norteamericano William Randolph Hearst. Las ausencias más notables fueron las de Talavante –que navega en sus propios mares- y la de José Tomás, que sí mantuvo un hilo de comunicación y estuvo pendiente del desarrollo de los hechos. Es importante recalcar un dato: el paraguas catalizador de este encuentro era la Fundación del Toro de Lidia que invocó a la “unidad” del sector y no tardó en desautorizar el traído y llevado paseo dominical por boca de su presidente, Victorino Martín.

Desde ese momento sólo hubo que contar las horas para confirmar la desconvocatoria del ‘meeting’ bajo la recurrente excusa de unas supuestas consultas “a altas instancias de la autoridad sanitaria”. Mientras tanto, la FTL había decidido articular otras movilizaciones, con vocación masiva, que tendrán que aguardar al cese del estado de alarma sanitaria. En espera de ese definitivo pronunciamiento, la Fundación sí puso en marcha una ambiciosa campaña en las redes sociales: se trataba de retratar a (casi) toda la familia del toro pertrechada de la correspondiente mascarilla en la que se debía escribir: “La cultura no se censura”. El objetivo era interpelar al ministro de Cultura después de los vergonzantes ninguneos al sector. La campaña alcanzó el éxito esperado. Rodríguez Uribes ya ha descolgado el teléfono para llamar a Victorino y ha prometido mantener el hilo. Ya veremos... El caso es que prácticamente todo el toreo se puso delante del móvil pero en ese retablo de rostros faltaba uno de los más rutilantes: no era otro que el de Morante de la Puebla...

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Dos marchas de distinto signo

Morante, según ha trascendido, no se mostró precisamente a gusto en la famosa reunión de matadores. Dejémoslo ahí. En los mentideros se comentaba que el diestro de La Puebla, desmarcado de sus colegas, había sido uno de los padrinos de la frustrada marcha organizada para el infernal mediodía del pasado domingo en la Plaza de España. Se convocaba –es importante el dato- como paseo, no como la manifestación que habría necesitado las correspondientes autorizaciones gubernativas. Pero eso ahora tampoco importa demasiado. Mientras se aguardaba la inminente desautorización de la FTL –tardó lo justo en llegar- se hacía evidente el interés de Vox para que el famoso paseo -que casi todos daban por amortizado desde el segundo uno de su convocatoria- tuviera lugar. Para algunos habría sido el complemento perfecto a la marcha automovilística convocada el sábado por VOX que, ésa es la verdad, desbordó todas las previsiones. Se trata de tomar la calle en estos tiempos de tribulaciones y el hombre y el nombre, una vez más, era Morante, nexo público con la formación que preside Abascal. El diestro de La Puebla, de hecho, no faltó a la sabatina automovilística; fiel a su estilo y montando su propia ‘performance’. El vídeo que ha circulado por todos los móviles del toreo es elocuente: el torero, al volante de su vehículo, se hace acompañar de sus fieles mientras da estopa a un veguero humeante a través de un agujero practicado en su mascarilla. Embajada de La Puebla desplegada por La Palmera; Morante en estado puro...

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Las cuadrillas se alzan

Y en estas estábamos, a punto de estrenar el fin de semana que nos llevaría al cambio de fase cuando se filtró el famoso borrador de la normativa que se dispone a aprobar la Junta de Andalucía para, pretendida y bienintencionadamente, abaratar los costes del espectáculo en medio del panorama desolador que está dejando la pandemia. La normativa –insisten desde la dirección general de Interior- es meramente coyuntural y tendrá vigencia de un año desde su previsible aprobación en forma de decreto ley el próximo 2 de junio. Pero en medio del texto llamaba la atención que esa moderación en el gasto organizativo giraba principalmente en torno a la reducción de las cuadrillas –se suprimiría un picador, un banderillero y el ayuda del mozo de espadas- en corridas y novilladas a celebrar en plazas de segunda y tercera categoría; prácticamente todas las de la región si excluimos a Sevilla, Málaga y Córdoba.

La reacción de los hombres de plata no se hizo esperar mientras se propalaban distintos rumores. El más insistente colocaba a Morante o su entorno como inspirador de la polémica reducción de efectivos en las cuadrillas. Tampoco faltó la filtración –indebida- de un mensaje de Francisco Rivera Ordóñez que le colocaba en una posición incómoda delante de los subalternos. Rivera no había sido invitado a la reunión de la casa de Roca Rey pero acabó confluyendo con sus compañeros, tomó distancia del famoso paseo y se hizo la correspondiente foto con la mascarilla. Mientras tanto, el papel de su hermano Cayetano –del que se encuentra distanciado- ha ido creciendo como rostro más rotundo de esta rebelión torera que necesita, precisamente, de personalidades reconocibles y con preparación para hacerse oír con nitidez en la sociedad. Cayetano, que se ha convertido en uno de los rostros más reconocible del toreo en las redes, podría ser el hombre...

¿En qué situación quedaba Morante? La polémica entrevista publicada este lunes en ABC le ha servido de pliego de descargo pero también demuestra que prefiere nadar en las orillas de esa pretendida y necesaria “unidad”. Morante, que sí estuvo en la plaza de España a la hora fijada para el frustrado paseo acompañado de algunos banderilleros, se ha desmarcado por por completo de la FTL, de cualquier iniciativa coral y, entre otros asuntos, ha negado cualquier papel inspirador por su parte en la traumática reducción de cuadrillas propuesta por la Junta de Andalucía insistiendo en dos datos: la reivindicación de las necesarias prestaciones para la gente de plata y su negativa a solicitar ningún tipo de subvención. Resumiendo: se ha movido en la foto.

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La inoportunidad de una medida

La reducción de cuadrillas podría ser discutida según, como y donde pero resulta, cuando menos, absolutamente antiestética con el chaparrón que está cayendo. Las intenciones de la Junta de Andalucía son buenas, quién lo duda, pero meter la tijera en el flanco más débil del negocio taurino con toda su actividad paralizada y muchas familias pasando serias dificultades para sobrevivir no resulta demasiado presentable y se podría volver en contra de la propia administración.

Toreros y empresarios reconocen en voz baja que será difícil dar toros en lo que queda de temporada si persisten las restricciones de aforo de los cosos taurinos que habrá que unir a la lógica prevención del gran público a la hora de meterse en una plaza. El clima, evidentemente, no es el más propicio para jugarse la cartera. ¿Se convertirá en mero papel mojado esa medida? El tiempo lo dirá. A la contestación de las cuadrillas se ha sumado la de un buen número de matadores –con Cayetano de nuevo a la cabeza- reivindicando la inviolabilidad de sus cuadrillas. El gremio se ha visto, de esta manera, reforzado por sus jefes de filas.

¿Han fallado ciertos asesores? ¿Se han pasado de frenada? Hay que abundar en el dato: no es el mejor momento para abordar una cuestión que lleva tiempo revoloteando por las trastiendas del toreo. Pero una cosa es discutir el número de picadores en una novillada modesta y en un ruedo menor y otra muy distinta meterle mano a la caballería y la infantería en las corridas de toros abriendo una peligrosa espita. Supone una reducción del 40 por ciento del proletariado del toreo en el caso de que se lograra recuperar el espectáculo en este nefasto 2020 que ya se acerca a su ecuador. Hay otras parcelas, muchas, en las que se podrían y deberían abaratar costes. No pueden pagar los últimos. No en este momento.