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Actualizado: 13 nov 2020 / 10:41 h.
  • Rafemo, en el burladero de reporteros gráficos de la plaza de la Maestranza. Foto: sevillatoro.es
    Rafemo, en el burladero de reporteros gráficos de la plaza de la Maestranza. Foto: sevillatoro.es

El covid-19 sigue ensanchando su larga lista de víctimas. Uno de los últimos fallecidos –el pasado miércoles- ha sido el popular fotógrafo taurino Rafael Fernández Moreno, que firmaba sus fotografías como Rafemo.

Rafael, o Rafemo, era uno de los rostros más inconfundibles del paisaje humano de la plaza de la Maestranza. Su vocación taurina le llevó a ponerse detrás de los objetivos después de haber intentado la aventura del toreo en los lejanos años 50 anunciado como Jarrillo. Rafemo fue compañero de camada taurina de Curro Romero –al que veneraba como amigo y partidario- y, como él, aprendió a coger el capote de manos del mítico Salomón Vargas en el campo de fútbol de Camas en el que entrenaban los toreros de la época.

Rafael Fernández siempre apostó por la cantera del toreo. Uno de sus protegidos, al que llegó a apoderar, fue el matador de toros –ahora empresario hostelero- Joselu de la Macarena. Pero su cámara también ha sido testigo de los comienzos de grandes figuras actuales como Morante de la Puebla en los tiempos de su descubrimiento por Leonardo Muñoz, también fallecido.

Fernández Moreno será siempre recordado por su presencia elegante y discreta, su carácter afable y, especialmente, por su pasión por el toro y el toreo desde su base. Rafemo será despedido en la mañana de este viernes con un responso que se celebrará en el tanatorio de la SE-30 que estará sujeto a las actuales normas de aforo y prevención sanitarias.