Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 11 nov 2020 / 17:15 h.
  • José María Garzón.
    José María Garzón.

El empresario sevillano José María Garzón ha emitido este miércoles una extensa carta abierta en la que hace un resumen de su trabajo en la temporada 2020, “la más difícil de los ochenta últimos años”, según ha asegurado el propio empresario que ha sido el organizador de las dos corridas de toros que mayor expectación han despertado en este nefasto año de la pandemia: la del 6 de agosto en El Puerto y la del 12 de octubre en Córdoba.

Garzón, al frente de su empresa ‘Lances de Futuro’, anunció en El Puerto a Enrique Ponce, Morante de la Puebla y Pablo Aguado que lidiaron un encierro de Juan Pedro Domecq en medio de una enorme expectación. Esa expectación generada se tradujo en la venta de todas las localidades disponibles que en ese momento, según la normativa que había arbitrado la Junta de Andalucía para favorecer la reactivación del negocio taurino, era la mitad del aforo total aunque la apariencia –hay que recalcar ese término- mostraba unos tendidos repletos que no tardarían en encender la mecha de la polémica y hasta un insólito fuego amigo...

Pliego de descargo

“Merece la pena seguir luchando por la fiesta de los toros” asegura Garzón en este comunicado hecho público en la sobremesa de este miércoles que también le ha servido de pliego de descargo de los ataques sufridos durante el año. El empresario sevillano, que asegura haber visto cumplido el objetivo de “no dejar pasar en blanco la temporada”, ha reconocido que muchos de sus planes se vinieron abajo con la propagación del covid-19. Desde ese momento se marcó el objetivo de “dar toros”. Pero las primeras dificultades, narra el empresario, llegaron con los escollos inesperados que encontró en la organización de una corrida coral en la plaza de Málaga, el día de Santiago donde –afirma- no encontró “la colaboración necesaria para sacar adelante un proyecto que hubiese merecido la pena”.

José María Garzón no disimula su decepción ante “algunos golpes inesperados” antes de narrar la gestación de esa polémica corrida del Puerto de Santa María que le costó, entre otros peajes personales y profesionales, el apoderamiento del diestro murciano Paco Ureña, que no fue incluido en el cartel definitivo. Garzón, que no disimula su desencanto en este punto, tenía colocado a su torero en las principales ferias del arranque de la temporada pero la expansión del virus a mediados de marzo truncó todos esos planes.

“Volcamos todo nuestro esfuerzo, trabajo, dedicación e inversión para que taurinamente (la corrida de El Puerto) fuera un éxito y para que el cumplimento de la Orden de 19 de junio de la Junta de Andalucía, en la que se establecían las medidas preventivas de salud pública frente a la crisis del Covid-19, fuera absolutamente escrupuloso por nuestra parte” señala Garzón recalcando que las autoridades de la Junta “así lo valoraron”. Eso sí, dichas autoridades autonómicas no fueron capaces de abstraerse de la polémica levantada decretando un endurecimiento de las medidas adoptadas que, en la práctica, reducía drásticamente el taquillaje de las plazas de toros y la viabilidad económica de los festejos.

Los ataques de ANOET

A partir de ahí llegaron los ataques de sus compañeros. “Fue muy desagradable escuchar algunas acusaciones de otros empresarios taurinos que llegaron incluso a entrar en el plano personal” afirma el empresario, especialmente dolido con la actitud de ANOET, la asociación que agrupa a las principales empresas del universo taurino. “Me abrieron un expediente sancionador sin base legal alguna”, recuerda el empresario denunciando que dicha asociación “pretendió arrogarse unas potestades sancionadoras de estricta naturaleza jurídico-públicas y aplicar un régimen sancionador cuya efectividad única y exclusivamente corresponde, en su caso, a la Administración Pública competente”.

Garzón recuerda que, entre otros ataques, ANOET le había acusado de “poner en riesgo la salud pública” o haber “dañado la imagen de la Tauromaquia”. “Me inculparon públicamente dando por hecho que había obrado ilegalmente y me señalaron como el responsable del endurecimiento de la normativa a partir de ese momento” explica el gestor taurino aludiendo a esa drástica reducción de aforo decretada por la Junta de Andalucía sólo una semana después de celebrarse la corrida de El Puerto.

Toros, cultura y sociedad

El empresario sevillano, que había abandonado la directiva de ANOET en mayo de este mismo año ha exigido una rectificación pública de dicha entidad antes de recordar los condicionantes que rodearon la organización de la ‘Corrida de la Hispanidad celebrada en Córdoba el pasado 12 de octubre asumiendo las últimas restricciones impuestas por la Junta de Andalucía que obligan a una separación mínima de metro y medio de espectador a espectador.

“Curiosamente, quienes señalaban esta modificación de la normativa como imposible para celebrar festejos, también dijeron en su momento que con la anterior Orden era inviable abrir las plazas de toros” ironiza Garzón recordando que mientras se gestaba este festejo se hizo público el informe de la Policía Autonómica que certificaba la buena praxis en la apertura de la plaza de El Puerto. “ANOET sigue sin dar ninguna explicación” añade Garzón apelando al “perjucio moral y económico” y la “vulneración del honor”. “Nada se ha hecho para repararlo”, remacha el empresario al afirmar que su objetivo sigue pasando por “dar toros” mostrándose convencido de que “la Tauromaquia puede, y debe, interrelacionarse con la sociedad y con otros sectores económicos y culturales de manera natural”.