La primera cita se anuncia esta misma noche, dando inicio al XXXVI ciclo de promoción de nuevos valores del toreo que organiza la empresa Pagés después de dos años de interrupción por imperativo del covid. Será el primer festejo clasificatorio de tres, que antecederán a la gran final del 28 de julio. Por delante esperan cuatro noches de verano colmadas de ilusión y afición, también de ese público específico que otorga las señas de identidad más genuinas del ciclo. Se adelanta media hora más el horario -los espectáculos comenzarán a las 21.00- siguiendo la estela marcada por las novilladas picadas de junio.
En total se anuncian 18 aspirantes de toda la geografía taurina española, escogidos por sus méritos entre las 40 solicitudes presentadas a la empresa. De ellos, 7 son sevillanos: 4 de las escuelas de Sevilla, Écija, Sevilla-Amate y La Algaba además de otros tres que vienen por libre. También hay que anotar otros alumnos de las escuelas de Badajoz, Valencia, Salamanca, Ubrique y el centro El Juli. En total son nueve participantes presentados por las escuelas y otros nueve que acuden por su cuenta.
El ciclo mantendrá el formato de seis aspirantes para seis novillos en los tres festejos clasificatorios. Ese modelo ya se había recuperado en 2017. Eso implica que los noveles tendrán un único cartucho para clasificarse pero, sobre todo, para convencer al jurado formado por los asesores artísticos de la presidencia de los festejos –Alfonso Ordóñez, Luis Arenas y Antonio Ramón Jiménez- que escogerá a los tres aspirantes más destacados para disputar la final del día de Santiago.
Un año más se ponen en juego el preciado vestido de torear, el capote de paseo y el capote de brega que regala la Real Maestranza de Caballería al ganador y los finalistas del serial. Tampoco hay que olvidar que estas cuatro novilladas no se pueden entender sin la parroquia festiva, familiar y juvenil que acude a la plaza pertrechada de neveras y viandas. Con ese clima relajado, los tendidos maestrantes suelen registrar notables entradas año tras año a pesar del absurdo exceso de celo con el que se aplican ciertas normativas en materia de espectáculos.
La empresa ha renovado el elenco ganadero más habitual apostando por los hierros de Dolores Rufino, Las Monjas y Lora Sangrán para los festejos clasificatorios. En la final se lidiará una novillada de Fernando Sampedro. La victoria, un año más, será para el que la sepa ganar y pelear sin olvidar el visto bueno del jurado de asesores al que, eso sí, se le demanda una visión global que esté por encima de los trofeos conquistados, que no siempre se corresponden a la realidad del ruedo.
LA NOVILLADA DE HOY
LA GANADERÍA: Dolores Rufino
En el hierro de Dolores Rufino confluyen dos apellidos ligados a la historia del campo bravo de Sevilla: por un lado, el abuelo de Doña Dolores Rufino, Anastasio Martín García, que formó la ganadería en 1838 con reses procedentes del Marques de Salas. Por otro lado, Dolores Rufino Martín fue hija del también ganadero de reses bravas, José Rufino Moreno Santamaría. En la actualidad está encastada en Domecq, vía Martelilla.
Divisa: Verde y blanco
Antigüedad: 26 de septiembre de 1844.
Procedencia: Domecq-Martelilla
LOS ASPIRANTES