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Actualizado: 23 may 2020 / 17:46 h.
  • Cuadrillas. / Álvaro Pastor
    Cuadrillas. / Álvaro Pastor

La Junta de Andalucía aprobará en Consejo de Gobierno una resolución que pretende facilitar la celebración de espectáculos taurinos en Andalucía en el marco de las restricciones impuestas por el covid-19. La normativa, aún en fase de borrador y pendiente de aprobación según insisten fuentes de la consejería de dirección general de Interior y Espectáculos, tendría carácter temporal y, previsiblemente, será aprobada como Decreto Ley el próximo 2 de junio. El objetivo de este nuevo cuadro normativo pasa por reducir los costes de los festejos que se organicen en plazas de segunda y tercera. Lo más llamativo es que sólo sería necesario un veterinario y las cuadrillas podrán conformarse con un único picador, dos banderilleros y un mozo de espadas. Otra de las grandes novedades es que sólo se colocarían dos pares de banderillas a las reses lidiadas.

La resolución, destaca dicho borrador, ha estado precedida de distintas reuniones de los órganos ejecutivos del Consejo de Asuntos Taurinos de Andalucía, “en las que se ha expresado la necesidad de regular un espectáculo singular como medida excepcional y temporal para hacer frente a las limitaciones de aforo establecidas por el Gobierno de España”. El objetivo, reitera el mismo documento, es conseguir “una reducción de costes en la organización y celebración de los espectáculos taurinos, así como una medida de apoyo a ganaderos y profesionales preferentemente andaluces para continuar en el ejercicio de su actividad económica y profesional”.

El decreto se acogería a la exención contemplada en el artículo 3 del Reglamento Taurino andaluz que permite la celebración de “otros espectáculos singulares, históricos, conmemorativos o de exhibición”. Dicho decreto tendrá vigencia “mientras persista la situación actual de crisis sanitaria, hasta tanto permanezcan las limitaciones de aforo para las plazas de toros que no permitan la presencia de al menos el 70% de público, y en todo caso durante un año desde la fecha de esta resolución”.

Entre otras consideraciones, el decreto regula que en las corridas de toros o novilladas con picadores donde se vayan a lidiar seis reses, el número de caballos a presentar por la empresa organizadora será de tres. Elimina también la necesidad de contar con banderillas negras y se contará con sólo cinco puyas precintadas reglamentariamente. En cualquier caso, el punto que ha levantado una mayor polvareda en el sector –y una inmediata contestación de las asociaciones profesionales de los subalternos- ha sido en el de la composición de las cuadrillas en plazas de segunda y tercera. A los matadores les bastaría con un picador, dos banderilleros y un mozo de espada para conformar su equipo.

Réplica de las cuadrillas

La Unión Nacional de Picadores y Banderilleros de España (UNPBE) han salido al paso de la redacción de este borrador advirtiendo que contiene “un aspecto tan alarmante como contradictorio, pues, como única solución y único sacrificio propuesto al sector, contempla la eliminación de un gran número de puestos de trabajos de picadores, banderilleros y mozos de espadas”. La asociación recuerda que la reducción supondría suprimir un puesto de picador, un puesto de banderillero y el puesto de ayuda del mozo de espadas en cada cuadrilla, “lo que supone un total de más del 40% de los puestos de trabajo de cada festejo en las cuadrillas”.

Ante tal decisión, aún pendiente de aprobación definitiva, la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros de España y la Asociación Nacional de Mozos de Espada, manifiestan “su más enérgica protesta”. Dichas organizaciones argumentan que, “lejos de paliar la crisis del sector, la Junta de Andalucía provocaría una mayor, al reducir los puestos de trabajo entre unos colectivos profesionales que, al igual que otros, ha visto suspendida tajantemente su actividad y lleva sin recibir ingresos de ningún tipo desde que finalizó la pasada temporada anterior, en octubre de 2019”.

Para estos profesionales, la reducción de cuadrillas “influiría negativa y directamente en la calidad de la lidia y en el buen desarrollo del espectáculo, no supondría ningún beneficio considerable para el sector, y menos aún tan alargada en el tiempo pues se pretende que dure un año independientemente de la situación sanitaria”.

Pero las reivindicaciones de los subalternos van mucho más allá al señalar directamente a los partidos que integran el gobierno de la Junta de Andalucía, “que no han elevado estos días ninguna queja al Gobierno del país por la discriminación que la tauromaquia está sufriendo respecto a otras industrias culturales, ni tampoco han presentado un plan alternativo o medidas técnico sanitarias para mejorar dicha marginación y conseguir que el toreo tenga las mismas condiciones que otras actividades artísticas”. Algunos matadores –caso de Cayetano Rivera Ordóñez o Sebastián Castella- ya han anunciado que no piensan renunciar a ninguno de sus hombres en caso de poder actuar en Andalucía durante el tiempo de vigencia de estas medidas.